Durante nuestra adolescencia experimentamos cambios importantes, tanto emocionales como sociales y fisiológicos. De ahí que la alimentación cobra especial importancia para que a nivel de nutrientes podamos hacer frente a estos cambios. Una correcta nutrición durante la adolescencia nos evitará en la adultez alteraciones y trastornos de la salud.
Así lo considera la Lic. Zarith Alvarado, nutricionista de Sisol Joven, quien refiere que se debe hacer frente a la alimentación del adolescente conociendo sus requerimientos nutricionales y sabiendo elegir los alimentos que garanticen una dieta rica en energía y nutrientes, organizando y estructurando las comidas a lo largo del día.
Según la especialista, las necesidades nutricionales de los adolescentes vienen marcadas por los procesos de maduración sexual, aumento de talla y peso, lo que requiere una elevada cantidad de energía y nutrientes ya que el adolescente gana aproximadamente el 20% de la talla que va a tener como adulto y el 50% del peso.
Por ello, recomendó que al menos el 50% de la energía total de la dieta proceda de hidratos de carbono y de un 15% a 20% de las proteínas. Con respecto a las grasas, dijo que su aporte correcto supone cubrir adecuadamente las necesidades de ácidos grasos esenciales, necesarios para formar diferentes metabolitos y vitaminas liposolubles.
En cuanto a los minerales y vitaminas que necesita el adolescente, dijo que son tres los minerales que tienen especial importancia en esta etapa de la vida: el calcio, el hierro y el zinc. “Cada uno de ellos se relaciona con un aspecto concreto del crecimiento”, opinó Alvarado.
Así, el calcio aporta en el crecimiento de la masa ósea; el hierro en el desarrollo de tejidos hemáticos (glóbulos rojos) y muscular; y el zinc, contribuye a desarrollar masa ósea y muscular, estando relacionado también con el crecimiento de cabello y uñas.
En cuanto al tipo de alimentos que garantizan una dieta adecuada en el adolescente, la especialista sugirió consumir leche y sus derivados, además una ración de queso, carne o pescado, una vez al día.
Dentro del grupo de alimentos energéticos recomendó consumir al menos dos raciones diarias de papa, arroz, pastas y pan, sin excederse, y asegurando la ingesta de azúcar e hidratos de carbono sobre todo en el desayuno. Las frutas y verduras complementan esta dieta, siendo recomendable comer una ensalada diaria.
En lo que respecta a las bebidas, la nutricionista sugiere tomar suficiente cantidad de agua (al menos dos litros diarios) y una cantidad moderada de bebidas azucaradas, descartando por completo el consumo de alcohol.
RPP