EFE-El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, calificó hoy el acuerdo al que llegó su Gobierno con los cafeteros, que comprende ayudas valoradas en unos 444 millones de dólares, como "justo y conveniente" por el impacto de este sector en la economía del país.
Miles de caficultores que protestaron en las carreteras del país durante doce días llegaron en la madrugada del viernes a un acuerdo por el que el Gobierno se comprometió a compensarles, sólo en 2013 y con un total de 800.000 millones de pesos (444 millones de dólares), cuando el precio interno de venta del grano sea muy inferior al coste de producción.
"Esta plata que les vamos a dar adicional tiene un impacto muy importante en la demanda por la economía", dijo Santos en la ciudad de Bucaramanga durante el "Acuerdo para la prosperidad", como se conoce el acto público que cada sábado celebra con sus ministros en un punto diferente del país.
El presidente explicó que los caficultores "generan mucho empleo, que en su mayoría son pequeños productores y cualquier plata (dinero) que se le dé a los cafeteros se irriga en la economía de forma inmediata".
"Estas características son las que me llevaron a mí a ser bien generoso con los cafeteros y darles la ayuda este año", justificó el mandatario.
El acuerdo firmado contempla que el Gobierno otorgará a los productores un auxilio que se llamará "Protección al Ingreso de los Caficultores" (PIC) que será de 145.000 pesos (unos 81 dólares) para la carga de 125 kilos y se aplicará a todos los cultivadores.
El tope para ese reconocimiento será de 700.000 pesos (unos 388 dólares). Si eventualmente el precio cae por debajo de los 480.000 pesos (unos 266 dólares), el PIC subirá a 165.000 (unos 91 dólares).
Santos confía en que los cultivadores de café puedan "resolver sus problemas" con esas ayudas, pues muchos de ellos están endeudados e incluso en proceso de embargo de sus propiedades.
La crisis de los cafeteros resultó de la reducción del volumen de la producción desde hace más de cuatro años desde 13 a menos de 8 millones de sacos, por las fuertes lluvias y plagas como la roya, unido a la caída en picado del precio interno del grano y a la apreciación del peso colombiano.
Los caficultores se sintieron desamparados por el Gobierno ante estas circunstancias e iniciaron una huelga y protestas en las vías del suroeste y oeste del país, que llegaron a aislar a varias ciudades y provocar desabastecimiento en ellas.
Durante las protestas se registraron unos 75 heridos y al menos 70 personas fueron detenidas por los bloqueos de carreteras, quienes, según adelantó Santos, empezarán a sufrir "consecuencias judiciales".