El representante permanente de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton, cuestionó la posición de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sobre los hechos violentos ocurridos en el país luego de las elecciones presidenciales del 14-A.
Al respecto, Chaderton señaló que en su comunicado, la CIDH “protege a los responsables de los hechos de violencia acusados por el mal perdedor en las elecciones presidenciales del 14 de abril”.
A continuación reproducimos la declaración íntegra de Chaderton:
Declaración del Embajador Roy Chaderton Matos,
Representante Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la Organización de los Estados Americanos
Washington DC, 10 de mayo de 2013
La deplorable, lastimosa e insólita Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que todavía no ha dado explicaciones por su silencio cómplice ante la masacre de miles de venezolanos por fuerzas represivas en 1989, reconocedora del Gobierno golpista que disolvió todas las instituciones democráticas y asesinó decenas de venezolanos en abril de 2002; fiel a su tradición antichavista y pro-imperial irrumpe hoy con un Comunicado que protege a los responsables de los hechos de violencia azuzados por el mal perdedor en las elecciones presidenciales del 14 de abril.
La CIDH, en su aparentemente prolija declaración, minimiza la muerte de 11 venezolanos, niños, varones y mujeres, partidarios del candidato triunfador Nicolás Maduro, arrollados, baleados o linchados por las turbas enardecidas que se lanzaron sobre las calles para desahogar la iracundia contagiada por el candidato vencido a pesar del apoyo ventajista que recibió de la dictadura imperial, de la dictadura mediática y de la ultra derecha venezolana, latinoamericana y europea.
Esta declaración comprueba una vez más la absurda sujeción de los burócratas nutridos en Washington DC a la tesis oportunista de que sólo los Estados violan los derechos humanos y pretenden, cual recurrente tribunal de inquisición, atribuir responsabilidad al Estado venezolano en lugar de señalar a los opositores que, consecuentes con sus prácticas golpistas y antidemocráticas, trataron otra vez de sumergir a Venezuela en un mar de violencia, afortunadamente neutralizada con respeto a las leyes y la Constitución. También fracasaron en su infeliz intento de aislar a un Gobierno legal y legítimo, reconocido expresamente por la comunidad internacional.
Se evidencia de nuevo la creciente descomposición de una CIDH cuyo Relator para Venezuela es un comprometido personaje cripto-pinochetista, miembro de la mafia de expertos en derechos humanos egresados de la American University en esta capital.
Finalmente, este Comunicado refleja cuán inútiles han sido los esfuerzos emprendidos por unos pocos individuos de buena voluntad dentro de una CIDH que continua siendo controlada por los herederos de su anterior Secretario Ejecutivo.