La joven rescatada hoy con vida de entre los escombros del complejo textil que se derrumbó el pasado 24 de abril cerca de Dacca, y que ha causado más de un millar de muertos, afirmó sentirse feliz por volver a "ver la luz", informaron medios locales.
"Es bueno ver la luz después de tantos días", dijo la joven Reshma, de 19 años, en el hospital militar al que fue traslada, donde los médicos han declarado que se encuentra fuera de peligro, según recogen los diarios bangladeshíes "The Daily Star" y "bdnews24".
Reshma fue localizada hoy entre los escombros del edificio de nueve plantas siniestrado y los operarios, que estaban utilizando maquinaria pesada, interrumpieron sus labores para rescatarla sin producirle daños, algo que consiguieron aproximadamente una hora después.
"Antes de romper un gran bloque lo anunciamos para comprobar si había alguien con vida y entonces oímos que alguien gritó", dijo un miembro de los servicios de rescate al diario "The Daily Star".
Al narrar su historia de supervivencia, Reshama manifestó que trabajaba en la segunda planta del edificio y que después del derrumbe se arrastró "a través de un pasillo estrecho, con la ayuda de un palo con el que iba retirando residuos, hasta un lugar seguro".
Desde allí "gritaba pidiendo ayuda, pero nadie me oía", relató la joven, que reveló que pudo sobrevivir gracias a los restos de comida que encontró y que supo administrar durante las primeras dos semanas, aunque desde entonces se "moría de hambre".
Cuando los servicios de rescate la encontraron, Reshma bebió agua e ingirió unas galletas antes de abandonar la zona cero, según los medios locales.
El hallazgo con vida de la joven es casi un milagro pues las autoridades habían perdido la esperanza de hallar supervivientes cinco días después del siniestro, que ocurrió en el suburbio industrial de Savar, junto a la capital de Bangladesh, Dacca.
La última persona con vida que encontraron los bomberos, una mujer atrapada por la cintura, no pudo ser rescatada durante la noche del 28 de abril, debido a que se desencadenó un incendio que provocó también la muerte de uno de los bomberos que intentaba ayudarla.
Según el último recuento facilitado hoy por el Ejército, 1.042 personas han fallecido ya en la peor tragedia industrial de la historia del país asiático.
Con el rescate de Reshma el número de heridos se ha situado en 2.438, muchos de los cuales continúan hospitalizados.
La tragedia de Savar ha puesto de manifiesto las malas condiciones laborales y de seguridad que sufren los trabajadores de fábricas textiles en Bangladesh, que abastecen a las grandes multinacionales occidentales.
En el último medio año se han registrado cuatro graves siniestros mortales en Bangladesh -tres incendios y un derrumbe- en fábricas del ramo, el último de ellos un incendio ayer en un barrio de Dacca que causó la muerte a siete personas.
EFE
"Es bueno ver la luz después de tantos días", dijo la joven Reshma, de 19 años, en el hospital militar al que fue traslada, donde los médicos han declarado que se encuentra fuera de peligro, según recogen los diarios bangladeshíes "The Daily Star" y "bdnews24".
Reshma fue localizada hoy entre los escombros del edificio de nueve plantas siniestrado y los operarios, que estaban utilizando maquinaria pesada, interrumpieron sus labores para rescatarla sin producirle daños, algo que consiguieron aproximadamente una hora después.
"Antes de romper un gran bloque lo anunciamos para comprobar si había alguien con vida y entonces oímos que alguien gritó", dijo un miembro de los servicios de rescate al diario "The Daily Star".
Al narrar su historia de supervivencia, Reshama manifestó que trabajaba en la segunda planta del edificio y que después del derrumbe se arrastró "a través de un pasillo estrecho, con la ayuda de un palo con el que iba retirando residuos, hasta un lugar seguro".
Desde allí "gritaba pidiendo ayuda, pero nadie me oía", relató la joven, que reveló que pudo sobrevivir gracias a los restos de comida que encontró y que supo administrar durante las primeras dos semanas, aunque desde entonces se "moría de hambre".
Cuando los servicios de rescate la encontraron, Reshma bebió agua e ingirió unas galletas antes de abandonar la zona cero, según los medios locales.
El hallazgo con vida de la joven es casi un milagro pues las autoridades habían perdido la esperanza de hallar supervivientes cinco días después del siniestro, que ocurrió en el suburbio industrial de Savar, junto a la capital de Bangladesh, Dacca.
La última persona con vida que encontraron los bomberos, una mujer atrapada por la cintura, no pudo ser rescatada durante la noche del 28 de abril, debido a que se desencadenó un incendio que provocó también la muerte de uno de los bomberos que intentaba ayudarla.
Según el último recuento facilitado hoy por el Ejército, 1.042 personas han fallecido ya en la peor tragedia industrial de la historia del país asiático.
Con el rescate de Reshma el número de heridos se ha situado en 2.438, muchos de los cuales continúan hospitalizados.
La tragedia de Savar ha puesto de manifiesto las malas condiciones laborales y de seguridad que sufren los trabajadores de fábricas textiles en Bangladesh, que abastecen a las grandes multinacionales occidentales.
En el último medio año se han registrado cuatro graves siniestros mortales en Bangladesh -tres incendios y un derrumbe- en fábricas del ramo, el último de ellos un incendio ayer en un barrio de Dacca que causó la muerte a siete personas.
EFE