EFE).- El expresidente paraguayo Fernando Lugo dijo hoy a Efe que su destitución por juicio político, de la que se cumple un año, fue “un golpe de Estado”, que permitió “el reposicionamiento de la clase oligárquica privilegiadahistóricamente” en Paraguay.
“El golpe de Estado es un retroceso y una falta de respeto a la soberanía popular, al destituir a un presidente electo democráticamente con alta participación y con un porcentaje de gran diferencia con otros candidatos”, declaró Lugo.
El expresidente, elegido senador por el izquierdista Frente Guasú (FG) en los comicios del 21 de abril pasado, conmemoró hoy, en el departamento suroriental de Itapúa, junto con unos 400 militantes de su partido, el aniversario de su destitución, un hecho que aisló al país de sus vecinos y cuyo detonante, la matanza de Curuguaty, sigue pendiente de juicio.
El exobispo y exmandatario viajó a Itapúa acompañado de los otros cuatro senadores electos del FG, el único grupo político que le mantuvo el apoyo durante el juicio político que organizó el Legislativo, que por mayoría lo consideró culpable de mal desempeño.“Sin duda el golpe parlamentario de hace un año marcó un gran retroceso en la democracia participativa que hemos impulsado desde el Gobierno y su relación constante con la ciudadanía”, afirmó Lugo.
Lugo denunció que los medios de comunicación “han cooperado fuertemente para que estos acontecimientos se pueden olvidarporque no les conviene que esta página negra de la historia política del Paraguay sea difundida ampliamente”.
El expresidente dijo que la gente “va recordando constantemente” su destitución “por la falta de atención en las políticas públicas” del actual Gobierno del liberal Federico Franco, exvicepresidente durante el mandato de Lugo.
“Cómo olvidar el golpe cuando una cadena de corrupción institucional y personal del Gobierno que ha tomado después del golpe, se ve involucrado”, añadió.
Una semana más tarde de la destitución de Lugo, Paraguay fue suspendido del Mercosur y de la Unasur.