Centenares de indígenas y campesinos leales a Morales, además de turistas, llegaron de madrugada a Tiahuanaco, situada a 71 kilómetros de La Paz, para esperar la salida del “Tata Inti” (Dios Sol).
La entrega de las ofrendas se efectuó en medio de oraciones rezadas en aimara por los amautas, que pidieron “paz, libertad, tranquilidad y armonía” para Bolivia.
Abrigado con un poncho rojo, Morales se unió a la celebración unos 45 minutos antes de que los primeros rayos del sol bañasen el templo de Kalasasaya de Tiahuanaco.
Abrigado con un poncho rojo, Morales se unió a la celebración unos 45 minutos antes de que los primeros rayos del sol bañasen el templo de Kalasasaya de Tiahuanaco.