Los ricos y famosos no son inmunes a la violencia doméstica
Creer que la fama y el éxito son garantía de inmunidad frente a la violencia doméstica es como creer que los famosos están mágicamente protegidos de otros conductores en una ruta, de gérmenes que vuelan por el aire o de las llamas de un incendio.
La violencia doméstica no reconoce fronteras y afecta a mujeres, y a algunos hombres, de cualquier raza, edad, estatus socioeconómico o educativo, orientación sexual, demografía, geografía, ideología, discapacidad o religión. La violencia doméstica es más común que el cáncer de mama.
Famosas o anónimas, una de cada cuatro mujeres estadounidenses experimentará violencia doméstica en algún momento de su vida, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Cada año, 5,3 millones de mujeres sufren esta clase de violencia en los Estados Unidos, un flagelo que le demanda a la economía del país 5,8 mil millones de dólares.
Según el informe anual de ONU Mujeres correspondiente al período 2011-2012, “esta violación de los derechos humanos afecta a todos los países y comunidades”. La Organización Mundial de la Salud asegura que entre un 15 y un 71 por ciento de las mujeres de entre 15 y 49 años padeció la violencia de sus parejas.
En ninguna parte del mundo está erradicada la violencia contra la pareja. En ninguna parte existe una sociedad inmune a la violencia doméstica. Y ningún barrio de lujo o restaurante de celebridades se mantiene al margen.
Esos hechos donde los artistas y famosos se ven involucrados en violencia doméstica sirve como recordatario para desechar por siempre el mito de que la violencia doméstica solo la padecen las mujeres pobres. Y es momento de tomar con seriedad esta indignante clase de violencia.
Lamentablemente, el grupo de mujeres exitosas y poderosas que han denunciado ser víctimas de la violencia doméstica incluye a Halle Berry, Madonna, Whitney Houston, Pamela Anderson, Mariah Carey, Tina Turner y Rihanna. CNN