El mundialista brasileño Rivaldo se unió hoy martes al coro de protestas de su país al afirmar que Brasil "no tiene condiciones" de organizar un Mundial de fútbol y que en cambio debería centrarse en mejorar la sanidad y la educación.
"Es una vergüenza estar gastando tanto dinero para este Mundial y dejar los hospitales y escuelas en condiciones precarias", dijo Rivaldo en su cuenta de Twitter.
Rivaldo, aún en activo a los 41 años, afirmó que "en este momento" Brasil "no tiene condiciones" y "no necesita" organizar un Mundial, sino invertir en educación y salud.
"Necesitaba desahogarme, pues ya fui pobre y sentí en la piel la dificultad de estudiar en una escuela pública y no tener un buen servicio de salud", agregó el exjugador del Barcelona y del Deportivo de La Coruña.
La declaración de Rivaldo se une al apoyo que expresaron hoy los jugadores de la selección brasileña a la oleada de protestas multitudinarias que se han extendido por el país.
Las protestas comenzaron por el alza de la tarifa de los autobuses y han catalizado la insatisfacción con otros muchos temas, entre ellos el despilfarro con las obras de la Copa Confederaciones, que comenzó el sábado pasado, el Mundial de 2014, la inflación o la mala calidad de la sanidad y la educación pública.
"Es una vergüenza estar gastando tanto dinero para este Mundial y dejar los hospitales y escuelas en condiciones precarias", dijo Rivaldo en su cuenta de Twitter.
Rivaldo, aún en activo a los 41 años, afirmó que "en este momento" Brasil "no tiene condiciones" y "no necesita" organizar un Mundial, sino invertir en educación y salud.
"Necesitaba desahogarme, pues ya fui pobre y sentí en la piel la dificultad de estudiar en una escuela pública y no tener un buen servicio de salud", agregó el exjugador del Barcelona y del Deportivo de La Coruña.
La declaración de Rivaldo se une al apoyo que expresaron hoy los jugadores de la selección brasileña a la oleada de protestas multitudinarias que se han extendido por el país.
Las protestas comenzaron por el alza de la tarifa de los autobuses y han catalizado la insatisfacción con otros muchos temas, entre ellos el despilfarro con las obras de la Copa Confederaciones, que comenzó el sábado pasado, el Mundial de 2014, la inflación o la mala calidad de la sanidad y la educación pública.
EFE