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domingo, 7 de julio de 2013

El Nuncio Apostólico expresa su inconformidad con la huelga de hambre de estudiantes


Durante su intervención en la 100º asamblea de la conferencia episcopal, el Nuncio Apóstolico, Pietro Parolini, expresó su inconformidad con la huelga de hambre que estudiantes de la ULA desarrollan en la sede de la Nunciatura, en Caracas, porque "existe una obligación ética de agotar todas las vías legales e institucionales y además por la convicción del sagrado derecho a preservar y defender la vida". 

"Lamentablemente algunos estudiantes han escogido espacios no propicios para estas manifestaciones, puesto que aunque estamos preocupados por el conflicto, la Nunciatura no esta involucrada directamente en él", dijo. También dio a conocer que se estaban haciendo las gestiones para que el último estudiante que esta en esa sede de la iglesia venezolana, Villca Fernández, deponga la huelga y explicó que al parecer está dispuesto a hacerlo. 

El Nuncio también informó que el "Papa me pidió enviar su afecto a todos los venezolanos (...). Le agradecí por lo que ha hecho y sigue haciendo en los pocos meses de su pontificado por Venezuela, sobre todo por la reunión sostenida con el presidente Nicolás Maduro y el saludo a los diputados que fueron al Vaticano. Do encuentros diversos en forma y contenido pero igualmente importantes porque muestran la atención que el Papa ha puesto a nuestro país". 

Considera Parolini que se han dado algunos pasos en la "justa dirección", contactos entre el gobierno y la Conferencia Episcopal que "esperamos que se consoliden y se conviertan en un mecanismo permanente de diálogo franco y constructivo". 

Con la finalidad de analizar la realidad social, política y económica del país, se instaló hoy la 100º asamblea ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana, acto que ya dio inicio en la sede de esa instancia de la iglesia católica. 

En el evento se encuentra el Nuncia apostólico Nuncio apostólico, Pietro Parolín; el presidente de la conferencia episcopal, Monseñor Diego Padrón y el Cardenal Jorge Urosa Sabino, así como el Arzobispo de Bogotá y presidente de la conferencia episcopal latinoamericana, Rubén Salazar.