The Dayly Beast, cita en su portal la investigación de la Universidad de Purdue, donde tomar refrescos dietéticos puede causar aumento de peso, síndrome metabólico, diabetes y enfermedades del corazón.
En este caso el azúcar cumple el rol de engañar al cuerpo haciendo que este piense que está consumiendo calorías asociadas al sabor dulce. Al engañar al cuerpo, este no sabe cómo procesar el azúcar y por ello no libera la hormona que controla el azúcar en la sangre y la presión arterial.
La General Dentristy encontró que el consumo excesivo de refrescos dietéticos puede erosionar los dientes. Un estudio del 2012 descubrió que beber un refresco de dieta cada día puede provocar derrames cerebrales y enfermedades del corazón.
Por otro lado, la American Beverage Association sustenta que las bebidas dietéticas son seguras y una herramienta eficaz para la pérdida control del peso.
