Familiares de pacientes del Hospital de Niños J. M. de Los Ríos tomaron este miércoles la avenida Vollmer de San Bernardino, en protesta por el colapso en el servicio de hematología de ese centro hospitalario, que afecta a más de 200 niños que padecen cáncer.
Sonia Blanco, madre de uno de los niños que es atendido en el hospital, denunció que no hay insumos para aplicar debidamente la anestesia a los pacientes que reciben tratamientos hematológicos. "Imagínense el dolor tan grande para un niño que necesita que le inyecten la médula si no hay anestesia", manifestó.
Blanco denuncia que la falta de insumos ha llegado a ser tan grave que los familiares han debido conseguir dólares para traer al país el tratamiento para la quimioterapia desde Estados Unidos.
"Están violentando a nuestros niños. Esto es maltrato físico y psicológico. Estamos cerrando la puerta del hospital porque queremos justicia y respeto a la vida de nuestros niños", expresó Blanco.
Aseguró que este martes familiares de los pacientes se reunieron con una representante de la Defensoría del Niño, quien prohibió a los médicos que continúen aplicando tratamiento en estas condiciones.
Los manifestantes aseguran que llevan "más de dos años con problemas que cada día se agravan más", pero insisten en que desde hace alrededor de dos meses la situación ha empeorado.
Ante la falta de soluciones de las autoridades hospitalarias, un grupo de familiares acudió a la Defensoría del Pueblo a introducir un documento, pero hasta el momento no ha habido respuesta.
Sonia Blanco, madre de uno de los niños que es atendido en el hospital, denunció que no hay insumos para aplicar debidamente la anestesia a los pacientes que reciben tratamientos hematológicos. "Imagínense el dolor tan grande para un niño que necesita que le inyecten la médula si no hay anestesia", manifestó.
Blanco denuncia que la falta de insumos ha llegado a ser tan grave que los familiares han debido conseguir dólares para traer al país el tratamiento para la quimioterapia desde Estados Unidos.
"Están violentando a nuestros niños. Esto es maltrato físico y psicológico. Estamos cerrando la puerta del hospital porque queremos justicia y respeto a la vida de nuestros niños", expresó Blanco.
Aseguró que este martes familiares de los pacientes se reunieron con una representante de la Defensoría del Niño, quien prohibió a los médicos que continúen aplicando tratamiento en estas condiciones.
Los manifestantes aseguran que llevan "más de dos años con problemas que cada día se agravan más", pero insisten en que desde hace alrededor de dos meses la situación ha empeorado.
Ante la falta de soluciones de las autoridades hospitalarias, un grupo de familiares acudió a la Defensoría del Pueblo a introducir un documento, pero hasta el momento no ha habido respuesta.
