De entre los 163 candidatos que se presentaron consiguió quedar la 14, aunque la victoria ahora se ve empañada por la polémica que ha suscitado en las calles.
El sector más conservador de Irán la consieran «demasiado sexy» para que acceda al puesto. «No queremos una modelo sentada en la mesa», declaró un alto funcionario de Teherán. En los carteles electorales, aunque aparecía con velo, pero dejaba u mechón de pelo a la vista.
Una vez confirmada su victoria en las urnas, los conservadores han solicitado su exclusión, escudándose en unos «carteles electorales vulgares y en contra de la religión» y descalificándola por no haber «respetado las normas islámicas».
ABC