Sudáfrica consiguió un triunfo histórico al derrotar por 1-0 a una España desconocida que convirtió la fiesta del regreso al escenario del éxito, el Soccer City, en uno de los peores encuentros de la "era Del Bosque".
España había salido con una variación en el sistema por el deseo de Del Bosque de juntar a campeones del mundo. Jugó con tres delanteros, un nueve puro como Fernando Llorente que desperdició una oportunidad de las que no tendrá muchas entre tanta competencia.
A España le faltó ritmo y ambición. Creer en lo que jugaba. Ir hacia adelante como equipo. Jugó caminando y hoy en día así no se gana a nadie por mucha diferencia de nivel que exista. Cuando desapareció la emotividad y se rebajó la intensidad con la que salió la Roja, comenzaron a mostrarse graves defectos por relajación.
Sacó Casillas un disparo peligroso de Parker y vio como un cabezazo a placer de Khumalo, a la salida de un córner, se estrellaba en el lateral de la red cuando el estadio cantaba el gol por el efecto visual. La inercia jugaba contra España e intentó reaccionar en la reanudación. Adelantó metros y juntó líneas buscando un equilibrio que no encontró.
Monreal tuvo el gol en sus botas, pero su zurdazo en carrera lo sacó Khune con las piernas. Precedió a un fallo de Raúl Albiol que costó caro. Perdió el balón en la salida, pegado a banda derecha, y cuando España quiso reaccionar, Sudáfrica ya había explotado su velocidad. Parker a los 56" entró como una bala y definió con calidad, picando el balón a la salida de Víctor Valdés.
Del Bosque buscó la reacción con la entrada del "plan B". Navas pegado a banda y Negredo rematando. No era el día. Lo intentó el vallecano con dos disparos. Se lució el portero sudafricano con el último. Y repitió en la última acción del partido, cuando Raúl Albiol rozó el gol pero se encontró con la estirada de Khune.
Llegaba tras una polémica provocada por la lesión muscular de Valdés. Con todos los cambios realizados por Del Bosque, el delegado FIFA permitió entrar a Pepe Reina y el banquillo de Sudáfrica se quejó con energía. Para ellos ya no era un amistoso. Tenían en la mano la posibilidad de tumbar al campeón. Y lo hicieron pese a las paradas de Reina, que sacó dos claras a Rantie y evitó que el batacazo fuese aún más sonrojante. España no está hecha para amistosos
efe