Los ministros de Finanzas de la zona euro avanzaron el miércoles en algunos detalles de un plan para cerrar sus bancos en dificultades, allanando el camino para alcanzar una "unión bancaria" del bloque que tendrá por objetivo restaurar la confianza en el sector financiero e impulsar el crecimiento.
A más de cinco años del inicio de una tormenta financiera que hizo colapsar bancos y sacudió a estados desde Irlanda a España, Europa quiere sellar su mayor proyecto desde la introducción del euro - un marco para vigilar los bancos y hacer frente a sus problemas de manera conjunta.
La canciller alemana, Angela Merkel, subrayó la importancia de las negociaciones para completar la unión bancaria diciendo que espera que los ministros puedan llegar a un acuerdo antes de que ella y otros líderes de la UE se reúnan el jueves.
"Para la aceptación del euro en los mercados financieros, la unión bancaria es muy importante", dijo Merkel el martes.
Eso le da a los ministros de Finanzas 36 horas para lograr un acuerdo general sobre una agencia que complemente la supervisión del Banco Central Europeo en el sector si los líderes de la Unión Europea desean firmarlo durante esta semana.
Una parte crucial del proyecto, cómo garantizar la financiación para el cierre de los bancos, fue acordada en la madrugada del miércoles después de siete horas de discusiones.
Este avance aumenta las posibilidades de alcanzar un acuerdo global el miércoles más tarde, a tiempo para el plazo fijado por Merkel y otros líderes de la UE, y aumenta las posibilidades de que la reforma se haga realidad en el 2015.
Según el acuerdo, los bancos proveerán el dinero para pagar por el cierre de los bancos en problemas, ofreciendo unos 55.000 millones de euros (76.000 millones de dólares) en un período de más de 10 años acumulados en un fondo único de resolución.
Hasta entonces, sin embargo, si no hay suficiente dinero de las cuotas, los gobiernos podrán imponer más gravámenes a los bancos. Si eso no basta, tendrían que recurrir a los fondos públicos.
Si un gobierno no tiene suficiente dinero, podría pedir un préstamo al fondo de rescate del bloque, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), como hizo España para recapitalizar sus bancos en el 2012, según el acuerdo alcanzado por los ministros.