Un estudiante de 16 años ha ideado un sistema de detección precoz de cáncer de páncreas con un coste de tres centavos de dólar (menos de 5 céntimos de euro). El procedimiento, basado en la detección de mesotelina a través de nanotubos de carbono, ofrece un diagnóstico fiable en sólo cinco minutos.
Jack Andraka es tildado ya de genio por la comunidad científica al haber desarrollado uno de los mayores avances en biotecnología del siglo. Un artículo científico sobre nanotubos de carbono fue la simiente de su innovadora idea, respaldada únicamente por la Universidad Johns Hopkins de Maryland (EEUU).
Las pruebas iniciales realizadas en ratas de laboratorio el pasado mes de diciembre tuvieron un resultado positivo, aunque se requiere una mayor experimentación de cara su fabricación.
El sistema se basa en la detección de mesotelina, un biomarcador que aparece en el torrente sanguíneo en cantidades anormales durante las primeras etapas de desarrollo de varios cánceres. Andraka incorporó anticuerpos específicos para dicha proteína en una red de nanotubos de carbono, de forma que los cambios en la conductividad eléctrica revelaran la cantidad de mesotelina presente en el plasma.
El sistema tiene una fiabilidad del 100% y es 168 veces más rápido que el actual ELISA, que además tiene un coste de 800 dólares.
El síntoma inicial del cáncer de páncreas es la pérdida de peso, lo que dificulta en gran medida su detección temprana. Los médicos suelen diagnosticarlo una vez se ha expandido a otros órganos, lo que eleva el porcentaje de mortalidad al 98%. AGENCIA