George Clooney no se enoja con frecuencia, pero cuando lo hace es de cuidado. El actor ganador del Oscar se puso pálido cuando Internet estalló en rumores de que su nueva película - Operación Monumento- estaba en problemas porque la fecha de estreno se había postergado varios meses, hasta febrero de2014. Clooney escribió y produjo la película en colaboración con su amigo Grant Hesloy y desempeña la doble función de director y
protagonista.
Mientras promocionaba Agosto, que produjo, Clooney se hizo tiempo para aclarar los motivos del cambio y habló sobre hacer películas, competir por los Oscar, de envejecer y de su fama de mujeriego.
¿De qué se trata “Operación Monumento”?
Es la fascinante historia verídica de soldados aliados que robaron obras de arte famosas que se habían llevado los nazis. Espero que le recuerde a la gente esas grandes epopeyas bélicas que se hacían antes, películas como Los cañones de Navarone.
Parece menos sombría que otras películas que ha dirigido, como “Secretos de Estado” y “Buenas noches, y buena suerte”.
Es verdad. Esas películas tenían cierto cinismo, un tono que era más oscuro que liviano. Quise ver si podía hacer algo que le resultara atractivo a un público más amplio, y creo que aquí hay algo para casi todos. Están Matt Damon, Cate Blanchett, John Goodman...
¿Qué tan fiel se mantuvo a la historia real?
Queríamos poder agregar momentos más livianos y algo de conflicto, por lo que cambiamos los nombres. Por eso decimos el filme está “inspirado en” la historia real en lugar de ser un documental dramatizado. Pero me gustaría pensar que después de ver la película el público se va con una idea de lo que pasó en realidad.
¿Siempre pensó protagonizar la película además de producirla y escribirla en colaboración y dirigirla?
Sí. Estar a ambos lados de la cámara es mucho trabajo, pero me gustaba la idea de interpretar a ese hombre.
¿Le preocupaba el carácter épico de la película?
Fue impresionante tener un presupuesto tan alto, filmar el desembarco aliado en Normandía y las escenas de batalla. Me enorgullece haber terminado de rodar a tiempo y haberme mantenido 5 millones de dólares por debajo del presupuesto.
Parece pasar sin pausa de un proyecto a otro: protagonizar “Gravedad”, producir “Agosto” y ahora hacerlo todo en “Operación Monumento”.
No es cierto. Sí, me encanta trabajar, pero también sé descansar.
¿Entonces sigue pasando los veranos en su casa de Italia?
Trato de ir todo lo que puedo, y me gusta que la gente que va se divierta. Por eso tengo la regla de nada de teléfonos. El mundo no necesita ver fotos de mis vacaciones.
Ni de la persona con la que sale.
Esa fascinación por mi vida amorosa es increíble. Digo una y otra vez que nunca voy a volver a casarme ni a tener hijos, pero la gente no quiere creerme. Me gusta mi vida tal como es.
¿Es difícil mantener la privacidad con tantos medios sociales?
He aprendido que es mejor mandar una carta que un e-mail si uno quiere que las cosas sigan siendo privadas. Por otra parte, escribir en papel es algo que hace pensar.
¿Entonces no lo vamos a ver pronto en Facebook ni en Twitter?
Son cosas que permiten que uno hable sin pensar en lo que dice. Eso me metería en muchos problemas.
Mucha gente lo admira por la forma en que vive su vida. ¿A quién admira usted?
Para mí, Brad Pitt hace las cosas bien. No sabemos nada de toda una parte de él. Eso es lo que hay que hacer para sobrevivir en esto, guardar parte de la vida para uno mismo.
¿Siente menos presión respecto de las películas que hace ahora que ya ganó un Oscar?
No estoy seguro. Cuando se gana, la gente empieza a tener expectativas sobre uno. Que los pares nos honren es muy importante y me lleva a querer estar a la altura de la fe que me tienen.
¿Alguna vez le preocupa que sus posiciones políticas perjudiquen su carrera cinematográfica?
Sé que mi carrera cinematográfica perjudicó la carrera política de mi padre. Cuando se presentó como candidato al Congreso, la campaña de su oponente se centró en mí. Mi padre perdió, pero dice que no lo lamenta. Todos tenemos que participar como podamos.
¿Es por eso que trabaja tanto por generar atención sobre la situación en Darfur?
Hago lo que puedo. Mi padre era periodista y me enseñó a profundizar en un tema para poder hablar con cierta autoridad. Es lo que hice con Darfur, y me gusta pensar que he contribuido a que otros aprendieran algo al respecto.
¿En qué sentido el activismo político y social lo ha cambiado?
Al aprender sobre los problemas que afectan a tantos en el mundo, creo que tengo una mejor perspectiva de mi vida. Tengo conciencia de que, sean cuales sean mis preocupaciones, son triviales en comparación con los de tanta gente.
¿Piensa que la imagen pública que se tiene de George Clooney se parece a la real?
Empecé en televisión, donde se llega a las casas de la gente todas las semanas. Hice muchos programas antes de tener la suerte de llegar a ER, que me hizo pasar de ser un tipo que la gente reconoce vagamente a ser alguien cuyo nombre todos conocen.
Después de tantos años debe estar habituado a la atención.
He aprendido a no dejar que me influencie. No importa lo que diga sobre mí gente a quien no conozco. Lo que importa es lo que piensan sobre mí los amigos y la familia, y hasta ahora me siguen devolviendo los llamados.
¿Cumplir cincuenta años le generó algún tipo de preocupación?
La gente piensa que debería preocuparme envejecer en términos de mi carrera. Por suerte, muy pronto se hizo evidente que mi destino no era ser una estrella de acción, de modo que no tengo que preocuparme tanto por mi aspecto. Escucho decir que me estoy poniendo muy canoso, pero no me imagino tiñéndome el pelo. Mi padre tiene todo el pelo blanco y me parece que le queda muy bien.
Es muchas cosas: actor, director, productor, escritor. ¿Cómo conjuga todo eso?
He comprobado que cuando se tiene pasión por algo -como me pasa a mí con hacer películas- se encuentra tiempo para dedicarle. Tengo la suerte de poder trabajar en algo que me encanta hacer.
EL CLARIN