EFE).- La Casa Blanca urgió hoy al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a buscar “un diálogo con el pueblo venezolano” en lugar de con Washington y a dejar de hacer “falsas acusaciones” en contra de Estados Unidos.
Maduro “pide un diálogo” con el presidente de EE UU, Barack Obama, “y el intercambio de embajadores”, pero debería “centrarse en cambio en un diálogo con el pueblo venezolano, porque eso es de lo que se trata”, indicó en su rueda de prensa diaria el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.
El pasado viernes Maduro convocó a Obama a dialogar y se mostró dispuesto a volver a nombrar a un embajador en Washington, días después de haber expulsado de Venezuela a tres diplomáticos estadounidenses.
La reacción de hoy de la Casa Blanca fue la primera a la oferta de diálogo de Maduro, ya que el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, evitó el viernes aludir a ese tema en un comunicado en el que calificaba de “inaceptable” el empleo de la fuerza contra los manifestantes en Venezuela.
La situación en Venezuela “nos preocupa y hemos dejado claro que con la Organización de Estados Americanos (OEA) y nuestros socios regionales estamos trabajando para instar a la calma y fomentar un verdadero diálogo entre todos los venezolanos”, señaló hoy Carney.Maduro reiteró el sábado su propuesta de diálogo a Obama, pese a tildar de “agresión” el comunicado de Kerry.
El portavoz reiteró que, tal como sostuvo Obama la semana pasada en Toluca (México) durante la Cumbre de Líderes de América del Norte, en lugar de lanzar “falsas acusaciones en contra de Estados Unidos” el Gobierno de Maduro “debería centrarse en atender las quejaslegítimas del pueblo venezolano”.
“El Gobierno de Venezuela tiene que liberar inmediatamente a los manifestantes detenidos. También es necesario que deje de entorpecer el trabajo de los periodistas independientes y restringir el intercambio de información a través de la televisión, radio e internet”, destacó Carney.
Venezuela está sumida en una ola de protestas desde el 12 de febrero, cuando una manifestación pacífica en Caracas degeneró en actos de violencia contra edificios públicos y murieron tres jóvenes tiroteados, incidentes por los que están detenidos varios miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, dijo hoy que trece personas han muerto durante esas protestas contra el Gobierno.
La Administración de Maduro, por su parte, atribuye las protestas a un intento de desestabilización orquestado desde Estados Unidos.