La infanta llegó al tribunal en automóvil y recorrió unos metros a pie hasta la puerta del edificio judicial, acompañada de su abogado Miquel Roca y donde la esperaba otro letrado, Jesús María Silva, quien la recibió con un apretón de manos.
Durante su breve recorrido a pie, la infanta ha sonreído y saludado a los periodistas que se encontraban en los juzgados.
La duquesa de Palma fue citada por el juez instructor, José Castro, para declarar como imputada por supuesto fraude fiscal y blanqueo, en el caso sobre un presunto desvío de fondos públicos al Instituto Nóos, con fines no lucrativos y que presidió su marido, Iñaki Urdangarin, entre 2003 y 2006, así como delitos tributarios.
La infanta deberá aclarar ante el juez si cometió fraude fiscal como copropietaria con su esposo al 50 % de la sociedad Aizoon, a la que presuntamente se desviaron fondos del Instituto Nóos.
Uno de los abogados de la infanta Cristina, Jesús María Silva, habló a su llegada a los juzgados de Palma pero no desveló si va a responder la infanta a todas las preguntas y se limitó a afirmar: "Eso ya lo veremos".
A la llegada de la infanta, ya se encontraban en el juzgado el juez que lleva el caso, José Castro, los fiscales Pedro Horrach y Miguel Angel Subirán y otros letrados de la causa.
El fiscal Pedro Horrach opina que no hay ningún indicio de que la infanta cometiera delitos fiscales porque la cuota defraudada es penalmente irrelevante y que su imputación se basa en meras conjeturas asumidas por el juez.
No obstante, Horrach sí entiende que cabría exigir a Cristina de Borbón el pago de unos 600.000 euros (unos 800.000 dólares) en concepto de responsabilidad civil a título lucrativo, la mitad de lo percibido por Aizoon de los fondos públicos presuntamente malversados por el Instituto Nóos.
EFE