Varias compañías aéreas ya han "reducido su capacidad y frecuencias" a Venezuela, pero la decisión final de seguir o dejar de operar en este país corresponde a cada aerolínea, aclaró el director general de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (Iata), Tony Tyler.
"La decisión de seguir operando la toma cada compañía individualmente, pero puedo decir que en general es difícil seguir haciéndolo (en Venezuela)", reconoció en una rueda de prensa.
La situación mejoría si el Gobierno autorizara la repatriación de unos 3.700 millones de dólares de ingresos que las compañías aéreas no pueden sacar del país debido al control del tipo de cambio.
"Las políticas del gobierno venezolano continúan ignorando las obligaciones internacionales y bloquean la repatriación de los fondos de la industria", dijo el directivo de la asociación.
Consideró que esta situación "representa un fracaso inaceptable en el cumplimiento de sus compromisos" y pone en riesgo la conexión del país con el resto del mundo.
"Las aerolíneas tienen dificultades cada vez mayores para operar en tanto no puedan repatriar su dinero", enfatizó Tyler.