(AVN) - La Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) cumple este domingo 54 años de haber sido creada, con el propósito de proteger a sus miembros y rescatar su soberanía, frente al dominio de las grandes empresas transnacionales.
El 14 de septiembre de 1960, en la ciudad de Bagdag (Irak), se firmó el acta constitutiva de la organización, por la iniciativa de los ministros de petróleo de Venezuela y Arabia Saudita, Juan Pablo Pérez Alfonso y el jeque Abdullah Al Tariki.
Antes de la conformación de la Opep, los consorcios internacionales Exxon, Chevron, Mobil, Shell, Texaco, Gulf, British y Petroleum, que eran protegidos por los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña, ejercían el control del negocio petrolero a expensas de los países productores, de acuerdo a sus intereses y en concordancia con su situación política y militar.
De esta manera, la actuación de este grupo permitió, en buena parte, estabilizar el mercado internacional de los hidrocarburos, conducir a los países productores de petróleo a obtener un razonable retorno de las inversiones y asegurar el suministro continuo y estable de crudo para los países consumidores.
La resolución que sirvió de base a la creación de la Opep plantea que “los miembros estudiarán y formularán un sistema para asegurar la estabilización de los precios, entre otros medios, por la regulación de la producción con la debida atención hacia los intereses de las naciones productoras y de las consumidoras y a la necesidad de asegurar una entrada estable a los países productores, un abastecimiento suficiente, económico y regular de esta fuente de energía a las naciones consumidoras y una justa ganancia para su capital a quienes inviertan en la industria del petróleo”.
Influencia de Pérez Alfonso
Al hablar de la creación de la Opep, es necesario resaltar la figura del político y diplomático venezolano, Juan Pablo Pérez Alfonzo, quien participó en la llamada generación del 28 (1928), que se reveló contra el régimen dictatorial que ejerció en Venezuela Juan Vicente Gómez entre 1908 y 1935, y fue testigo del uso de los recursos energéticos de Latinoamérica para servir a los intereses de las grandes transnacionales europeas y norteamericanas.
Producto de estas experiencias, nació en Pérez Alfonso un espíritu nacionalista que lo llevó a tomar interés por conocer a profundidad los factores que incidían en el funcionamiento de la industria petrolera, y a crear una política conocida como el pentágono petrolero, mediante la cual las naciones pudieran alcanzar los mayores beneficios de la explotación y comercialización del crudo, además de defender y conservar este recurso no renovable.
Este proyecto incluyó la política de no más concesiones, el principio de participación razonable, la creación de la Corporación Venezolana de Petróleo (CVP) y de la Comisión Coordinadora de la Conservación y el Comercio de Hidrocarburos (CCCCH).
Bajo la figura de la CVP, el Gobierno venezolano podía realizar directamente los trabajos de exploración y explotación del crudo.
Para el líder venezolano, los países productores de crudo debían llevar a cabo esfuerzos para que la riqueza generada por esta industria pudiera ser empleada para beneficiar a los sectores más necesitados de la población.
A través de su libro “Petróleo y dependencia”, Pérez Alfonzo criticó el destino de la renta petrolera.
“La burocracia atiende a las necesidades crecientes de los servicios colectivos liquidando activos nacionales, que le evitan enfrentar la tarea siempre difícil de cobrar a quienes deben contribuir en mayor escala. De otra parte, los mayores contribuyentes aplauden y estimulan el gasto público que no se realiza con sus contribuciones y que, de consiguiente, sirve para acrecentar sus propios activos particulares”, expuso en esta publicación editada en 1967
Asimismo, denunció el aprovechamiento de los recursos petroleros para el enriquecimiento de las transnacionales.
“En realidad se está haciendo un trasiego directo de riqueza del patrimonio común de todos los venezolanos al patrimonio privado de unos cuantos privilegiados”, advirtió.
Defensa de los recursos
El quinto vértice de la política petrolera del llamado padre de la Opep, se basó en lograr un consenso entre los pueblos productores de petróleo para definir políticas de acción común, dirigidas a la defensa de sus recursos.
Esta propuesta se discutió en el marco del Primer Congreso Árabe del Petróleo, realizado en el Cairo (Egipto), en 1959, y en el que se establecieron las condiciones para acordar la partida de nacimiento de esta institución.
El 14 de septiembre de 1960 se concretó oficialmente en Bagdad, Irak, la creación del grupo con la participación de Arabia Saudita, Irán, Irak, Kuwait y Venezuela.
En la actualidad, esta institución agrupa a 13 países, entre los que se encuentran (Angola, Arabia Saudita, Argelia, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Kuwait, Nigeria, Catar, Irán, Libia y Venezuela), los cuales extraen cerca del 30% del petróleo que se comercializa en el mundo, y poseen el 80% de las reservas globales de crudo, localizadas y exploradas.