El presidente de México, Enrique Peña Nieto, reconoció este viernes que la presumible masacre de 43 estudiantes ha sacudido las instituciones de su país y generado la desconfianza de la sociedad, en un discurso
durante un consejo de seguridad nacional.
"El caso de Iguala nos ha cimbrado a todos. Nos ha cimbrado a las instituciones, ha cimbrado a la propia sociedad", afirmó Peña Nieto frente a ministros, gobernadores estatales y representantes de la sociedad civil.
"México debe ser otro a partir de lo ocurrido en Iguala", insistió el presidente. "Debe llevarnos a todas y todos a emprender ajustes" y reforzar las instituciones de seguridad pública y el combate a la corrupción, subrayó.
Peña Nieto está inmerso en la peor crisis de su presidencia (2012-2018) a raíz de los brutales ataques que sufrieron decenas de estudiantes el 26 de septiembre en Iguala (Guerrero, sur) a manos de policías locales y sicarios del cártel Guerreros Unidos.
Un total de 43 jóvenes desaparecieron esa noche y la fiscalía cree que fueron asesinados e incinerados por Guerreros Unidos, cártel al que aparentemente servía el alcalde de Iguala, aunque por el momento sólo se han identificado los restos de uno de ellos.
El crimen desató una indignación nacional sin precedentes y multitudinarias protestas.
"Es claro que entre la sociedad mexicana hay falta de credibilidad, hay desconfianza y hay una demanda muy clara: ¿En dónde están nuestras instituciones, las del Estado mexicano, que nos generen un clima de tranquilidad, de paz?", sostuvo el mandatario, que en los últimos meses ha sufrido una gran caída en sus niveles de popularidad.
En su mensaje, Peña Nieto defendió su reciente iniciativa para eliminar todas las policías municipales del país y que únicamente haya un cuerpo policial por cada uno de los 32 estados.
Los crímenes de Iguala "fueron actos de barbarie, inaceptables y que evidencian la debilidad de nuestras instituciones, particularmente en el orden municipal. (Aunque) Eso no significa que no haya debilidades en otros ordenes, estatal o el mismo federal", matizó.
El presidente pidió a los gobernadores que asuman su responsabilidad sin que hayan "excusas ni disculpas" y que apliquen medidas de control para sus policías que vayan más allá de los exámenes de confianza realizados en los últimos años, que incluyen la prueba del polígrafo.
En el caso de Guerrero "un alto porcentaje de su policía estaba certificada en el tema de confianza y sin embargo ahí están los resultados, los muy lamentables hechos de Iguala", subrayó el presidente.
AFP