Japón continuará aplicando la pena capital ante el apoyo de más del 80 por ciento de la población, aseguró la ministra de Justicia nipona Yoko Kamikawa en declaraciones recogidas hoy por diarios locales.
La titular de Justicia hizo referencia a la última encuesta realizada por el Gobierno japonés, que concluyó que el 80,3 por ciento de los encuestados se muestran a favor de la pena de muerte, frene al 9,7 por ciento que cree que debe ser abolida.
Kamikawa tildó de "positivos" los resultados, y dijo que continuarían llevándose a cabo medidas "cuidadosas y estrictas" en el momento de las ejecuciones.
La ministra aseguro que no tiene intención de revisar dicha política a corto plazo, a pesar de que se haya plantado alguna vez la posible introducción de la cadena perpetua sin libertad condicional.
"La mayoría de la gente cree que es inevitable para aquellos que cometieron crímenes extremadamente maliciosos hacer frente (a la ejecución)", añadió la ministra en declaraciones recogidas por el diario Asahi.
Kamikawa también hizo referencia a la tendencia global de la abolición de la pena de muerte y las peticiones de los activistas para que Japón, donde se han ejecutado once reos desde la llegada al poder del actual Gobierno en diciembre de 2012, adopte esta política.
Ante ello respondió que se trata de una cuestión asociada a la identidad del país, y que por ello es "asunto del pueblo japonés".
Japón, que junto con Estados Unidos es el único país democrático y desarrollado que todavía aplica la pena capital, ejecuta en la horca a los condenados sin previo aviso y sin testigos, tal y como dispone el código penal nipón.
El pasado mes de marzo, el debate sobre la pena de muerte en Japón se reabrió debido al caso de Iwao Hakamada, quien fue liberado tras pasar 46 años en el corredor de la muerte y que un tribunal decidiera revisar su condena al tener en cuenta nuevas pruebas sobre el asesinato múltiple que se le imputaba.
EFE