A poco más de dos meses para el inicio del Carnaval de Río de Janeiro, la ‘Ciudade Maravilhosa’ comienza a calentar motores con la celebración de ensayos abiertos de algunas comparsas y, sobre todo, con la elección este sábado de los reyes de una fiesta que cada año atrae a miles de turistas.
Esta pasada madrugada, los bailarines Wilson Dias da Costa Neto y Clara Cristina Paixâo de Oliveira volvieron a ser coronados, por segundo y tercer año consecutivo, respectivamente, como el rey y la reina del Carnaval, que tendrá lugar en esta ciudad brasileña el próximo mes de febrero.
La elección se llevó a cabo durante un evento conducido por el popular presentador de televisión brasileño Jorge Pelingeiro y celebrado en la conocida como Ciudad de la Samba -el espacio habilitado en Río de Janeiro para que las diferentes escuelas preparen su Carnaval-, bajo el lema ‘El mayor espectáculo de la Tierra’.
Convertida en una auténtica fiesta, la elección tuvo lugar entre continuos toques de tambor, que luchaban para hacerse oír entre los vítores de la gente, y mientras caía una interminable lluvia de serpentinas.
EL jurado encargado de la elección decidió que también repitan como primera y segunda princesa del Carnaval carioca Maria Alves Adaes y Bianca dos Santos Lopes.
Dias da Costa Neto, de 28 años, que ejercerá el año próximo de Rey Momo, como se conoce popularmente a quien ostenta el emblemático título de monarca del Carnaval, en referencia al dios griego del sarcasmo y de la agudeza irónica, hizo honor a su nombramiento incluso antes de alzarse como vencedor de la competición al acudir a la ceremonia vestido de dios olímpico.
Por su parte, la reina Paixâo de Oliveira, de 32 años, se decantó por un ostentoso atuendo de plumas.
Tanto los seis candidatos a rey como las ocho candidatas a reina no lo tuvieron fácil, aseguraron algunos asistentes al evento, ya que en la edición de este año los nombres de la lista de participantes eran los de gente con años de preparación, tal y como mostraban los musculosos cuerpos de las mujeres y los coloridos y brillantes atuendos de los 14 aspirantes.
Este gran nivel se pudo apreciar también durante la serie de demostraciones de capacidad de liderazgo, simpatía, alegría, dominio carnavalesco y seguridad en sí mismos de todos y cada uno de los bailarines en sus turnos en solitario y en equipo, cargados de un notable derroche de energía positiva.
Fuente: EFE