El ministro de Economía nipón, Akira Amari, presentó este jueves su dimisión tras admitir que uno de sus colaboradores cercanos gestionó de manera inapropiada dinero recibido de una empresa constructora.
Amari realizó el anuncio entre lágrimas durante una rueda de prensa celebrada en Tokio en la que explicó que se siente obligado a asumir la responsabilidad por las acciones realizadas por sus asistentes.
El anuncio llega de manera sorpresiva, después de que el primer ministro nipón, Shinzo Abe, defendiera ayer mismo la continuidad en el cargo de su ministro de Economía y Política Fiscal pese a las acusaciones de corrupción.
Dichas acusaciones se originaron tras la publicación la semana pasada de un reportaje del semanario Shukan Bunshun.
El semanario nipón reveló que Amari habría recibido donaciones sin declarar por valor de unos 12 millones de yenes (unos 93.000 euros/101.000 dólares) a cambio de favorecer un contrato para una empresa del sector de la construcción basada en la prefectura de Chiba (al este de Tokio).
Amari forma parte del núcleo duro del Gobierno de Abe y es responsable de la aplicación de "Abenomics", la estrategia de crecimiento económico impulsada por el primer ministro conservador, y encargado directo en las negociaciones del TPP, que incluyen a 12 países de la cuenca del Pacífico.
La de Amari es la dimisión de mayor peso durante el mandato de Shinzo Abe, que llegó al Gobierno en diciembre de 2012. EFE