Serena Williams subrayó la diferencia de clase y poder entre ella y el resto del cuadro femenino al aplastar por 6-0 y 6-4 a Agnieszka Radwanska el jueves para llegar a su séptima final del Abierto de Australia.
Cada vez que la estadounidense ha llegado a la final que se disputa en el Melbourne Park ha conquistado el torneo.
Una victoria en la final del sábado contra Angelique Kerber -séptima preclasificada- o la británica Johanna Konta, daría a Williams su vigésimo segundo título en un evento de Grand Slam, con lo que igualaría el récord de Steffi Graf en la era de Abiertos.
Williams arrasó el primer set en sólo 20 minutos antes de que Radwanska -cuarta preclasificada- mostrara cierta resistencia en el segundo, pero su rival polaca no logró frenar el ímpetu de la estadounidense, que aseguró su lugar en la final en 64 minutos.
Reuters