(Nota de Prensa).-Este año la fecha del aniversario de la Virgen de Betania coincidió con el Viernes Santo, por lo tanto, la gran celebración del 40° aniversario de la primera manifestación de la Virgen Reconciliadora de Todos los Pueblos será el domingo, 10 de abril de 2016, en el Santuario de Betania, a partir de las 10:00 a.m.
Con procesión de la imagen de la Virgen Reconciliadora de Todos los Pueblos y rosario meditado, y Misa Solemne a las 11:00 a.m. presidida por el obispo de Los Teques, el Excmo. Mons. Freddy Jesús Fuenmayor, junto al padre Jhonfer Camacho, vicerrector del santuario y otros sacerdotes. Estará acompañada por los cantos de la Coral Betania, bajo la dirección de la profesora María Auxiliadora Bianchini de León.
Santuario de Betania ícono de la reconciliación en Venezuela
El padre José Antonio Da Conceicao, canciller de la diócesis de Los Teques y director del departamento de liturgia de la Conferencia Episcopal Venezolana, considera este santuario ícono de la reconciliación en el país e invitó a visitarlo: “Todos sabemos, como nos ha enseñado el papa Francisco, que la misericordia es el único camino para la verdadera convivencia fraterna en el mundo.
La paz tiene que fundamentarse sobre la misericordia y una de las premisas para la misericordia es la reconciliación, por ello realmente el Santuario de Betania se convierte en ícono y en lugar para promover esta dimensión tan importante en el hombre.”
Hace 40 años, el 25 de marzo de 1976, la Madre de Dios se hizo presente en Venezuela, en la finca llamada Betania en el estado Miranda, hoy en día Santuario Mariano Diocesano María, Reconciliadora de los Pueblos, a la sierva de Dios María Esperanza Medrano de Bianchini, una sencilla mujer nacida en Barrancas del Orinoco, en el estado Monagas.
Desde pequeña demostró un gran amor por la Iglesia católica, sus sacerdotes, los sacramentos y la vida religiosa. A la edad de 8 años hizo su Primera Comunión y desde entonces recibió al Señor todos los días de su vida. Su caridad inconmensurable y dedicación a los pobres la llevó a evangelizar bajo los puentes de Caracas, y a proveerles comida y vestido.
Dedicó su vida a transmitir el mensaje de amor y reconciliación de la Virgen de Betania dando especial énfasis en seguir a la santa madre la Iglesia católica, apostólica, romana, universal, y en cumplir sus preceptos.
Su amor por el papa de Roma siempre salió a relucir en todos sus discurso y cuando el santo padre enfermó ofreció su propia vida por él. Su amor a la Eucaristía, a la presencia del Señor en el Santísimo Sacramento, fue su alimento, fortaleza e inspiración, así como su amor por la Virgen que se hacía presente en Betania con su mensaje de amor y reconciliación.
La Virgen Reconciliadora de Todos los Pueblos se ha donado en estos 40 años como “Madre de la Misericordia, para que todos sientan profundamente a Jesús en sus corazones y amen el Evangelio, para que el fuego ardiente del amor de su Divino Hijo encienda los corazones fríos y tibios”, decía la sierva María Esperanza.
Abundantes conversiones, cambio interior de acercamiento a Dios a través de una vida más cristiana, una fuerte inyección de fe y espiritualidad, y múltiples milagros de sanación física y favores dan fe de la presencia viva de la Madre de Dios en el Santuario de Betania así como de su poder de intercesión ante su amado Hijo Jesucristo.