La FAO y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) han unido sus fuerzas para ayudar a enfrentar la peste de los pequeños rumiantes, enfermedad viral que mata cada año a millones de ovejas y cabras.
Esa devastadora dolencia del ganado sigue incrementando su alcance mundial y ya está presente en 76 países.
Según un comunicado de la FAO, Georgia informó recientemente por vez primera la enfermedad, mientras que se ha producido un nuevo brote en las Maldivas, lo que demuestra que incluso los estados insulares son vulnerables a esta plaga.
Los expertos de la FAO y la OIE recomendaron a esos países medidas de control que incluyen la vacunación de ovejas y cabras, además del establecimiento de zonas de cuarentena y la intensificación de la vigilancia de los animales en las regiones adyacentes.
En las últimas dos décadas, la peste de los pequeños rumiantes se ha extendido rápidamente, sobre todo en África, Asia y el Medio Oriente, donde viven cerca del 80 por ciento de los 2,1 millones de pequeños rumiantes del mundo.
La enfermedad causa cada año pérdidas de más de 2 000 millones de dólares. Más allá del perjuicio económico, los animales enfermos contribuyen a la inseguridad alimentaria y a los problemas nutricionales que sufren los más de 300 millones de familias que crían ovejas y cabras en las regiones afectadas.
