AnBot, el robot de vigilancia que acaba de presentar la Universidad de Defensa Nacional de China. Es un prototipo que aún parece lejos de patrullar las calles, pero abre una inquietante vía para el control tecnológico de los ciudadanos.
Sus creadores afirman que se trata de una máquina capaz de moverse de forma autónoma, aunque también se controla a distancia; si atendemos al actual nivel de desarrollo de los tan publicitados coches sin conductor, es probable que las primeras versiones de AnBot que entren en servicio (no hay fecha) trabajen siempre bajo supervisión humana directa.
Este segurata artificial cuenta con sensores visuales y acústicos, y sus procesadores analizan los vídeos que filma en busca de movimientos sospechosos.
Con energía suficiente para trabajar ocho horas sin descanso, AnBot ayudará en tareas de vigilancia antiterroristas y antidisturbios, lo que en una dictadura como China tiene un significado claro, según sus detractores: servirá para reprimir manifestaciones y protestas de disidentes.
El robot integra en su cuerpo un botón de socorro que lo conecta con la policía, y un elemento muy polémico: un taser, una herramienta que dispara agujas que administran una descarga eléctrica a través de un cable.muyinteresante