El repunte del precio del petróleo no es suficiente para apuntalar las cuentas de resultados de las grandes corporaciones en el sector de la energía. ExxonMobil, la mayor compañía de la industria, redujo el beneficio trimestral a 1.810 millones de dólares. Es un 63% menos que en el arranque de 2015 y la más baja desde 1999.
En Chevron la presión es aún mayor. La segunda petrolera estadounidense sufrió pérdidas por valor de 725 millones, frente a ganar 2.600 millones hace un año. Se suman a los 590 millones que tuvo en negativo en el cuarto trimestre de 2015, cuando registró las primeras pérdidas en 14 años. La caída en la cifra de negocio fue similar a la de ExxonMobil, próxima al 30%, hasta los 23.070 millones.
El club de la triple A queda así reducido a solo dos grandes corporaciones en EE UU: la tecnológica Microsoft y el conglomerado de consumo Johnson & Johnson. El barril se negocia esta semana cerca de los 45 dólares, lo que representa un incremento del 50% respecto al mínimo de febrero. Pero sigue lejos de los más de 100 dólares que se pagaban en el verano de 2014, antes del desplome.
ExxonMobil, como señala S&P, dobló la deuda durante los últimos años mientras que optó por mantener un programa de recompra de acciones y de dividendos a los accionistas “que excede su capacidad interna para generar efectivo”. Sí reconoce el esfuerzo que está haciendo para reducir el gasto. Aunque considera que es insuficiente para limitar los efectos del bajo precio del petróleo, que seguirá haciendo presión durante al menos dos años. AGENCIA