La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, antes de regresar a su país después de participar durante los últimos dos días en una reunión de la ONU en Nueva York, pidió al Mercosur y a la Unasur que "miren con atención" el proceso de apertura de un juicio legislativo en su contra.
Luego de intervenir en el segundo día de la ceremonia de firma del Acuerdo de París sobre el cambio climático, Rousseff afirmó que "en Brasil está en curso un golpe, un golpe que ni sé de quién es, entonces me gustaría que el Mercosur y la Unasur mirasen ese proceso".
Para Rousseff, la crisis política por la que pasa Brasil propicia el "momento" para hacer uso de la Cláusula Democrática del Mercosur, en la que el bloque integrado además por Argentina, Paraguay, Uruguay y Venezuela garantiza la legitimidad de los procesos democráticos en esos países.
En ese sentido, la jefa de Estado aclaró que la idea no es retirar a Brasil del bloque, como también estipula ese mecanismo, pero si realizar "una evaluación del asunto, como nosotros siempre lo hicimos" en otros casos, como el del proceso que retiró del poder en 2012 al expresidente paraguayo Fernando Lugo.
Rousseff se apartó del cargo por dos días, período en el que asumió su vicepresidente Michel Temer, acusado de "conspiración" por la propia mandataria.
En ese caso de un juicio, Rousseff se apartaría por 180 días para su defensa, Temer asumiría y, en caso de ser declarada culpable por los dos tercios del Senado (54 votos), la Cámara Alta deberá entonces decidir si el presidente encargado termina el mandato hasta el 1 de enero de 2019 o si se convoca a unas nuevas elecciones.
El lunes, se instalará en el Senado la Comisión Especial de 21 legisladores, con sólo cinco del oficialismo, que analizarán los documentos del proceso remitidos por la Cámara Baja. efe