Mientras la Copa América Centenario continúa en Estados Unidos, la Eurocopa de Francia, que arrancó el viernes, supone otra oportunidad para brillar al máximo nivel al fútbol sudamericano, que tendrá a Brasil como su gran defensor.
Cinco hombres nacidos en el gigante sudamericano están en las listas de 23 de los equipos de la Eurocopa: Italia cuenta con dos, Thiago Motta y Éder, y Portugal (Pepe), Polonia (Thiago Cionek) y Rusia (Guilherme) con uno cada uno.
A la lista se sumaría Thiago Alcántara, hijo del exinternacional brasileño Mazinho, aunque nació en Italia y ha desarrollado toda su carrera en España, país al que representa.
En Suiza, el sabor sudamericano lo pone Ricardo Rodríguez, hijo de español y chilena, pero que defiende desde siempre al país helvético, con el que fue campeón mundial en categoría Sub-17 en 1999 en Nigeria.
Pese a haber nacido en Zúrich, mantiene muy vivos los lazos con su familia chilena.
"Pensé en su día en jugar con Chile, pero nadie me llamó. Jugaba en Zúrich y fue la selección de Suiza la que me llamó", explicó Rodríguez, jugador del Wolfsburgo alemán, el pasado año.
Entre los brasileños que participan en esta Eurocopa, el defensa Pepe, con Portugal, es ya un ilustre veterano.
Reciente campeón de la Liga de Campeones con el Real Madrid, Pepe se formó en el Corinthians Alagoano de su ciudad y luego pasó a Portugal, donde empezó a destacar en el Marítimo y luego en el Oporto, desde donde dio el salto a España.
Desde 2007 tiene la nacionalidad portuguesa y ha jugado ya dos Eurocopas (2008 y 2012) y dos Mundiales (2010 y 2014) con su amigo y compañero de club Cristiano Ronaldo.
Para Thiago Motta será la segunda Eurocopa, después de la de 2012, en la que fue subcampeón. Llegó a jugar en categorías inferiores con la Seleçao de su Brasil natal, pero no con la absoluta en competición oficial, por lo que pudo aceptar la llamada de Italia, que en 2011 le incluyó en su selección. Motta es nieto de italiano.
Intentará, eso sí, quitarse el mal sabor del Mundial de Brasil, donde vivió con la Nazionale la vergüenza de quedar eliminada en la primera fase.
Senna y 'Trezegol'
En la actual selección italiana está otro jugador nacido en Brasil, Éder, formado en el Criciuma de su país y atacante ahora del Inter de Milán, que viene de marcar 13 tantos en la última Serie A. Vive desde 2005 en Italia, el país de sus antepasados.
Será su primer gran cita con la Azzurra, igual que será la primera Eurocopa para el arquero Guilherme (Rusia) y para el defensa Thiago Cionek (Polonia).
El mineiro Guilherme vive desde 2007 en Rusia, donde juega desde entonces en el Lokomotiv de Moscú. Se nacionalizó ruso en noviembre del año pasado y debutó con el equipo nacional en un amistoso ante Lituania en marzo. No tendrá fácil jugar por la figura de un mito nacional bajo los palos, Igor Akinfeev.
Por su parte, Thiago Cionek nació hace 30 años en Curitiba y comenzó jugando en Brasil (Cuiabá, Clube de Regatas), aunque dio el salto al fútbol europeo y en 2011, después de jugar desde 2008 en el Jagielonia Byallastok, obtuvo la nacionalidad polaca. En 2012 se marchó a jugar a Italia, donde sigue actualmente, en el Palermo tras pasar por el Pádova y el Módena.
Todos siguen ahora los pasos de otros brasileños ilustres que ya jugaron la Eurocopa, como Donato (España, 1996), Deco (Portugal, 2008 y 2012), Marcos Senna (España, 2008) o Eduardo da Silva (Croacia, 2012), entre otros.
Para el fútbol sudamericano, los grandes recuerdos más recientes de éxitos en la Eurocopa llevan a Senna, como parte del equipo español campeón en 2008 en Viena, y sobre todo a David Trezeguet, nacido en Francia pero que ha vivido y jugado en Argentina, y que consiguió el gol en la prórroga que dio a los Bleus el título en la Eurocopa del 2000 AFP