El expresidente panameño Ricardo Martinelli (2009-2014), un espectador más en el juego que disputaron anoche en Estados Unidos las selecciones de fútbol de Argentina y Panamá, dijo que extraña a su país pero que no regresará hasta no tener garantías de justicia.
A su entrada al estadio Soldier Field de Chicago, rodeado por fanáticos panameños que lo grababan con sus celulares, Martinelli, requerido por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) de su país, dijo que en Panamá no se cumple la ley y que por ahora está feliz de estar rodeado de "su gente" en EE.UU.
"En Panamá no se respeta el debido proceso, no se respeta la ley, no se respeta el orden. La Constitución es la constitución 'varelista', la ley es la ley 'varelista'. Cuando haya la garantía yo iré, porque yo no he hecho nada, absolutamente nada, que me impida ir a Panamá", sostuvo, vistiendo el atuendo rojo de la selección de fútbol canalera.
La CSJ solicitó su extradición desde el país norteamericano para que comparezca en una audiencia por supuestas escuchas ilegales a unas 150 personas, incluidos periodistas, empresarios y opositores, cuando fue presidente.
En Chicago, el expresidente, acompañado de su esposa, Marta Linares, compartió con las cámaras y los fanáticos algunas bromas, y dijo que esta noche Panamá le daría a Argentina una "cátedra" de fútbol.
Martinelli se despidió con un llamado dirigido a los "pelaos" de la selección panameña, a quienes pidió "golear" a los albicelestes EFE