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miércoles, 8 de junio de 2016

El Banco Mundial rebajó sus previsiones globales al 2,4 % por materias primas

 El Banco Mundial recortó este martes sus previsiones de crecimiento global en el marco de una actividad “anémica” en los países ricos e incertidumbre en las economías emergentes.
El Producto Interno Bruto mundial debería crecer este año solamente 2,4%, marcando un estancamiento en relación a 2015 y una neta degradación en relación a enero, cuando el BM todavía preveía un crecimiento de 2,9%.
“El crecimiento económico es el principal motor de reducción de pobreza, y por eso estamos muy preocupados de que el crecimiento se está reduciendo de manera aguda en los emergentes exportadores de materias primas debido a los bajos precios”, aseguró el presidente del BM, Jim Yong Kim, en el informe semestral de “Perspectivas Económicas Globales”.
Los cálculos del Banco Mundial reducen tanto las proyecciones de las economías avanzadas, que crecerán este año un 1,7% frente al 2,3% previsto en enero; y las economías en desarrollo con fuerte dependencia de las materias primas, que lo harán apenas ahora un 0,4%, frente al 1,2 % previsto anteriormente.
El organismo se muestra especialmente preocupado por las dificultades registradas en estos países emergentes en adaptarse al contexto de menores precios de materias primas y las consiguientes presiones sobre sus cuentas públicas.
De acuerdo con sus últimos cálculos, el precio medio del barril de crudo será de 41 dólares en 2016, por debajo de los 51 dólares anticipados seis meses atrás.
Entre los más afectados, figuran Brasil y Rusia, que seguirán como principales lastres de las economías emergentes con fuerte dependencia de las exportaciones materias primas y profundizarán sus recesiones a lo largo de 2016, con unas contracciones del 4% y el 1,2%, respectivamente.
En Latinoamérica, se vivirá un segundo año consecutivo de recesión, algo que no ocurría desde hace más de 30 años, con una crecimiento negativo del 1,3% tras el – 0,7% de 2015.
La región está fuertemente dividida entre Suramérica, en profunda recesión, arrastrada por las crisis en Brasil y Venezuela; y la subregión de Centroamérica, México y el Caribe, que se espera se expanda a un ritmo del 2,7% este año, aupada por el buen comportamiento de la economía estadounidense.
“En general, las perspectivas globales encaran los riesgos de otro nuevo capítulo de crecimiento apagado”, dijo Kaushik Basu, economista jefe del Banco Mundial, en el documento.
En el lado positivo, los países importadores de materias primas disfrutarán de un crecimiento notable, del 5,8%, a medida que se materializan los beneficios de estos bajos precios.
Asimismo, los gigantes asiáticos continuarán con sólidos ritmos de crecimiento.
China, pese a su transición hacia un modelo más centrado en la demanda interna, registrará una expansión en 2016 del 6,7%; mientras que India avanzará un 7,6%.
Basu recalcó que, “a medida que las economías avanzadas luchan por ganar tracción, la mayoría de las economías en Asia están creciendo robustamente, al igual que los importadores de materias primas de todo el mundo”.
A la par, alertó del peligro que comienza a percibirse en los mercados de emergentes por “el rápido auge de deuda privada” que, tras el “boom” de crédito por los bajos tipos de interés, ha disparado la morosidad.
De cara al futuro, el informe del BM dibujó un panorama complejo con los precios de materias primas en niveles bajos por un tiempo mayor al esperado, y la preocupación por la efectividad de las políticas monetarias para estimular el crecimiento económico.
“El persistente bajo crecimiento podría intensificar las tendencias proteccionistas que debilitarían aún más las perspectivas futuras”, señaló el reporte.
Con información de EFE