El presidente de Bolivia, Evo Morales, afirmó hoy que después de la operación de rodilla a la que fue sometido el pasado sábado por una tendinitis, volverá a jugar al fútbol en tres meses, pero "sin rodillazos", en alusión al famoso golpe que le propinó en los testículos a un rival en un partido amistoso.
Sonriente y con buen aspecto, Morales reapareció en público en la clínica donde guarda reposo en la ciudad de Cochabamba, en el centro del país, a la que se desplazó la ministra española de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, de visita en Bolivia.
El presidente boliviano, postrado en la cama y tapado con una sábana, dijo que se sentía bien y dispuesto recuperarse "lo antes posible" para que los médicos le permitan volver a jugar al fútbol, una de sus grandes pasiones, que practica todas las semanas.
"En tres meses estaré otra vez en la cancha de fútbol, sin rodillazos", aseguró Morales con tono de arrepentimiento después de la agresión en la entrepierna al funcionario de la alcaldía de La Paz -en manos de la oposición- de quien había recibido antes una patada en la espinilla.
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