Las autoridades portuguesas desplegaron un dispositivo sin precedentes para garantizar la seguridad de la cumbre de la OTAN, que se abre el viernes, e impedir que se repitan los violentos disturbios que se registraron en la precedente reunión de la Alianza Atlántica en Estrasburgo (Francia).
Portugal restableció desde el martes el control en las fronteras, patrulladas por gendarmes y helicópteros, y las fuerzas de seguridad fueron autorizadas a impedir entrar a toda persona "fichada como provocadora de disturbios" o cuyo comportamiento sea "susceptible de comprometer la seguridad".
El objetivo es impedir la entrada al territorio de elementos extremistas, ligados al movimiento anarco-libertario, como los "Black blocks", que se enfrentaron a la fuerza pública en Estrasburgo en abril de 2009 y saquearon varios edificios.
En los últimos días se prohibió la entrada a Portugal a varias decenas de extranjeros, pero la mayoría de ellos a causa de infracciones a la legislación sobre la inmigración, sin relación con la cumbre de la OTAN.
En Lisboa, medidas excepcionales fueron organizadas en el Parque de las Naciones, donde se reunirán durante dos días los dirigentes de 60 países y organizaciones, es decir unas 5.000 personas entre participantes y periodistas.
Situado a orillas del río Tajo, a ocho kilómetros del centro, este barrio de la ciudad fue ocupado ya el lunes por fuerzas públicas omnipresentes, especialmente alrededor del recinto de la Feria Internacional de Lisboa (FIL), donde se realizarán los trabajos estrictamente reservados a las personas que posean una acreditación.
En total más de 7.000 agentes de seguridad serán desplegados entre la zona en que se realiza la cumbre y el centro de la ciudad, donde cuatro manifestaciones contra la OTAN están previstas el sábado.
La principal tendrá lugar a las 15H00 en la Avenida da Liberdade a llamado de asociaciones pacifistas, de sindicatos de izquierda y del Partido Comunista Portugués.
"Estamos conscientes del riesgo de infiltración de elementos extremistas, pero hemos tomado precauciones", declaró a la AFP Filipe Ferreira, portavoz de la campaña "Paz Sim, Nato Nao".
Paralelamente, la Plataforma Anti-OTAN (PAGAN), ligada a la red internacional "No a la OTAN", organiza a partir del viernes una contra-cumbre en un Instituto de Enseñanza de Lisboa, en el que se espera la asistencia de entre 3.000 y 4.000 personas. Otras acciones puntuales o inspiradas del teatro de calle serán organizadas de "modo creativo y humorístico".
En víspera de la cumbre, las autoridades portuguesas se declaran "preparadas y serenas". "Según las informaciones de que disponemos, no existe riesgo real de que haya manifestaciones violentas importantes. Tendremos probablemente algunos incidentes, pero no grandes enfrentamientos como en Estrasburgo", afirmó Luis Elias, comandante de operaciones de la policía de Lisboa.
Las autoridades portuguesas tomaron empero todas las precauciones necesarias para hacer frente a eventuales disturbios.
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