El texto fue aprobado en la sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) por 21 votos a favor y tres abstenciones. Bolivia no votó y Venezuela votó en contra.
Costa Rica y Nicaragua no podían votar dado que son los dos países afectados. El embajador nicaragüense ante el organismo, Denis Moncada, impugnó la votación para obligar a los países a pronunciarse nominalmente y no con la mano alzada, quedando así constancia de su decisión.
La resolución recibió su visto bueno después de un debate de más de dos horas sobre el procedimiento a seguir, grandes “confusiones” sobre qué se votaba y cómo contabilizar la decisión.
Los países incluso tuvieron que decidir a mano alzada si querían cerrar el debate, en un clima tenso en el que algunos embajadores calificaron como un “grandísimo espectáculo” y más de uno se confesó estar “perdido” entre tanta confusión.
Costa Rica retiró después de la votación su proyecto para convocar una reunión de cancilleres del continente americano, que inicialmente había propuesto para el día 19 en un borrador, porque con la aprobación de la resolución consiguió sus objetivos.
No obstante, Nicaragua insistió en la necesidad de una reunión de cancilleres y propuso que el Consejo Permanente considere la próxima semana su convocatoria.
En el texto los países acogen y hacen suyas las recomendaciones que presentó el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, el pasado martes a los dos países.
Entonces propuso que Costa Rica y Nicaragua realicen la VIII Reunión de la Comisión Binacional a más tardar el 27 de noviembre y con el acompañamiento de la OEA.
También que retomen de inmediato las conversaciones sobre la demarcación de la línea fronteriza y que, con el fin de generar un clima propicio para el diálogo, eviten la presencia de fuerzas armadas o de seguridad en el área donde podrían generar tensión.
Por último, recomendó que revisen y refuercen los mecanismos de cooperación para prevenir, controlar y enfrentar el narcotráfico, el crimen organizado y el tráfico de armas en el cordón fronterizo.
Todo ello invitando a las partes a iniciar estos procesos de manera simultánea y sin dilación, según el proyecto.
También solicita al secretario general que continúe ejerciendo sus buenos oficios a fin de facilitar el diálogo entre las partes y que mantenga informado al Consejo Permanente al respecto.
Días después Costa Rica protestó por la presencia de militares nicaragüenses en Isla Calero, pero según las autoridades de Managua, los soldados de su país han estado instalados en la laguna Portillos, en Punta de Castilla, en la desembocadura de río San Juan, que marca la línea fronteriza con Costa Rica, que Nicaragua señala como parte de su territorio.
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