Llevará días solucionar los trastornos generados en rutas, vías ferreas y aeropuertos por la tormenta de nieve que azotó el noreste de Estados Unidos, señalaron funcionarios el martes, cuando la tempestad ya se dirigía hacia Canadá.
Los vientos huracanados y las nevadas azotaban el martes la costa atlántica canadiense, mientras que en Estados Unidos el Instituto Nacional de Meteorología levantó la alerta por tormentas de nieve en el noreste, salvo para el estado de Maine.
En las primeras horas de la noche del lunes todos los aeropuertos de Nueva York fueron reabiertos tras casi un día de parálisis, informó la Administración Federal de Aviación.
Pero los retrasos eran enormes, mientras las aerolíneas lidiaban con los más de 5.000 vuelos cancelados en toda la costa este, desde Carolina del Norte hasta Maine (noreste).
Según funcionarios, probablemente no se logre resolver la situación y recuperar la normalidad antes del viernes, último día del año y vísperas de un nuevo fin de semana de viajes en Estados Unidos.
La tormenta obligó a cientos de neoyorquinos usuarios del metro a pasar una larga y fría noche en un tren atascado por la nieve.
La empresa de trenes Amtrak, de su lado, anunció el lunes que reanudaba de forma limitada los viajes entre Nueva York y Boston, después de mantenerlos suprimidos durante 13 horas, lo cual dejó varados a miles de viajeros en una de las temporadas más intensas del año.
"Debido a los efectos que persisten de la tormenta, los pasajeros deberán esperar retrasos en sus viajes durante todo el día y dar tiempo suficiente como para llegar a sus respectivas estaciones", dijo Amtrak.
Funcionarios canadienses dijeron que cerca de 40.000 hogares estaban sin luz en Nueva Brunswick (sureste) y los vuelos empezaban a ser cancelados.
Los servicios meteorológicos advirtieron que los vientos huracanados reducirán la visibilidad a cero en algunas áreas.
AFP
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