“Este año estamos comprometidos a llegar a 150.000 viviendas. Es un plan agresivo que requerirá el apoyo de todo el país”, añadió, al tiempo que exhortó a trabajar de manera conjunta a los sectores público y privado para lograr esta meta.
Instó a los gobernadores y alcaldes, quienes tienen bajo su competencia las minas de arena y piedra, a esforzarse junto al Gobierno central a fin de levantar la producción de estos agregados necesarios para la construcción.
Agregó que con las inversiones que prevé realizar el Estado, se recuperará definitivamente la producción de cemento y de todos los insumos para las obras.
Informó que ya el Gobierno entregó 1.360 viviendas a damnificados por las recientes lluvias caídas en el país y ratificó que la promesa es que las casi 120.000 personas que están en refugios por haber perdido sus casas o vivir en situación de riesgo tengan sus casas.
Puntualizó que se trata de venezolanos que “no tuvieron otro recurso que enrancharse en los cerros, en las quebradas, que fueron excluidos por el modelo capitalista, que los condenó a vivir muriendo. Esa es la razón del drama de la vivienda: el capitalismo. No es Chávez. Yo asumo mi responsabilidad”.
Añadió que “la única manera de solucionar definitivamente ese problema, la pobreza y la exclusión es seguir avanzando por la vía del socialismo: la igualación de todos”.
El mandatario nacional destacó que “no puede haber ciudadanos de primera, de segunda y de tercera. Todos somos hijos de Dios, de la patria, del pueblo. Que se acaben los obscenos privilegios de quienes se creen superiores. Igualdad”.
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