Sobre el discurso del presidente Chávez, Machado consideró que fue la evidencia de que “hay dos Venezuelas”: una “aferrada al pasado”, ya que durante horas el Primer Mandatario se dedicó a “hablar de eventos que sucedieron hace siglos” y también de promesas; en tanto que hay otro país que quiere resultados, responsabilidad y eficiencia.
Señaló que el discurso de hoy parecía uno de “inauguración” y no uno correspondiente a un Gobierno que lleva 12 años en el poder, pero dijo que es importante rescatar la invitación a interpelar a los ministros, la cual será tomada al pie de la letra y “se le sacará provecho”.
Una de las propuestas que hizo Chávez el día de hoy ha sido “devolver” la Ley Habilitante el 1 de mayo, zanjando así la duración de los poderes especiales que la anterior Asamblea Nacional le había otorgado por 18 meses. Esta iniciativa del Presidente no cambió la dura crítica que Machado ha manifestado sobre la misma en otras oportunidades, pues expresó que la Habilitante “murió” el 4 de enero, justo antes de la instalación del nuevo Parlamento, agregando que para hacer frente a los problemas del país no es necesario el instrumento ya que para eso están los diputados de la “mayoría” de los venezolanos.
“En Venezuela no se necesita una Ley Habilitante para atender emergencias y esta AN no quiere delegar funciones legislativas ni por cinco meses, ni por dos, ni por un día”.
Al ingresar a la Asamblea Nacional, Chávez se detuvo unos instantes para conversar con la parlamentaria opositora. Machado relató lo que le dijo: “El Presidente le envió saludos a mi mamá, y yo le mandé saludos a suya”.
A lo largo de su discurso, que se extendió por 7 horas, Chávez se dirigió varias veces a Machado, quien permaneció con un semblante muy solemne. En sus declaraciones ponderó que la situación “es profundamente seria, no es un momento de hacer chistes o banalizar lo que está ocurriendo en Venezuela”.
Agregó que “el país está unido para exigir sus derechos, la libertad y para oponerse a la imposición de un comunismo a la cubana”.
En otro orden de ideas, respondió al llamado del mandatario a “no perder la oportunidad” de un debate de altura, indicando que si la propuesta es seria, entonces debe ser cambiado el Reglamento de Interior y de Debates de la Asamblea Nacional para que se permita el trabajo y el diálogo.
A juicio del Primer Mandatario, en los 67 diputados opositores y 98 oficialistas está responsabilidad de “sembrar aquí como los agricultores (…) la semilla del diálogo, del debate de altura, de la concordia nacional, de la búsqueda”.
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