Johnson & Johnson informó este viernes que ha solicitado la devolución de casi 47 millones de envases de Tylenol, Sudafed y otros medicamentos que se expenden sin receta médica y que fueron producidos en una planta de Pensilvania.
Esa planta ya ha sido sujeta a una serie de devoluciones masivas, por lo que la nueva medida sería un nuevo golpe a la muy conocida marca de la compañía.
El más reciente aviso para retirar los medicamentos del mercado afecta a lotes de productos Tylenol, Benadryl y Sudafed debido a procesos de limpieza insuficientes, aunque la empresa no cree que la calidad de los fármacos haya sido afectada. La compañía también pidió la devolución de ciertos lotes de tabletas Rolaids debido a que carecían de cierta información en la etiqueta.
Los productos fueron distribuidos a mayoristas en Estados Unidos, Brasil y países no precisados del Caribe. Los consumidores no tienen que hacer nada, indicó la empresa. Los consumidores que tienen el producto pueden continuar usándolo.
Todos los productos fueron fabricados en la planta de Fort Washington, Pensilvania, antes de que fuera cerrada en abril después de una investigación de la Agencia de Medicamentos y Alimentos (FDA por sus iniciales en inglés).
Inspectores de la FDA encontraron numerosos problemas de manufactura en la planta, incluido equipo cubierto de capas delgadas de polvo y otros pegados con cinta adhesiva.
J&J emitió varios pedidos de devolución relacionados con los problemas, el más grande de los cuales involucró más de 135 millones de frascos de Tylenol pediátrico y otros medicamentos.
J&J, con sede en New Brunswick, Nueva Jersey, dijo que la ronda más reciente de pedidos de devolución está relacionada con su revisión de manufactura interna en la planta de Fort Washington que se remonta al 2007. La compañía señaló que no se han seguido ciertos estándares de fabricación y algunos productos no incluyeron en la etiqueta toda la información requerida por las regulaciones.
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