“Vamos a un escenario de inflación alta y una economía estancada porque no hay inversión elevada”, pronosticó José Guerra, ex gerente de investigación económica del Banco Central (BCV).
Los niveles de inversión y de productividad han bajado de manera preocupante en el país suramericano debido a la intensificación de las confiscaciones de tierras por parte del gobierno y las fuertes lluvias que recientemente dejaron, además de 130.000 damnificados, miles de fundos agrícolas inundados, dijo este analista a la AFP.
Solo en 2010, el Observatorio de la Propiedad Privada registró 535 casos de expropiaciones por parte del Estado, principalmente de fundos agropecuarios.
Pero el gobierno afirma que la economía comenzará una senda de crecimiento este año, luego de caer 3,3% en 2009 y 1,9% en 2010. Recientemente el ministro de Finanzas, Jorge Giordani, estimó que el PIB puede crecer por encima de 2% en 2011.
Concretamente, los expertos prevén que en 2011 continuará la caída del consumo (-2,8%) y la inversión (-4,8%) registradas en 2010 por el BCV, obstaculizando las metas gubernamentales.
“En 2011 es factible que la economía venezolana muestre una tasa de crecimiento positiva, pero esto no quiere decir que la senda de expansión se haya recuperado”
“Sin inversión y sin consumo, ¿de dónde puede salir crecimiento económico?”, se preguntó el presidente de la Academia Nacional de Ciencias Económicas, Pedro Palma.Hace pocos días, el gobierno suprimió la tasa de cambio de 2,60 bolívares por dólar, que estaba limitada a alimentos y medicinas, así como a maquinarias y materias primas, y dejó una única tasa de 4,30 bolívares por billete verde, una medida con la que apuesta a incentivar el deprimido aparato productivo.
“La tarea de este año es luchar contra la especulación y contra la inflación, generar crecimiento económico y condiciones para la producción de bienes y servicios, y buscar satisfacer las necesidades del pueblo venezolano”, dijo a la AFP Manuel Barroso, presidente de CADIVI, el ente oficial que administra la concesión de divisas en este país en el que está en vigor un severo control de cambio.
Así, el Ejecutivo espera que los exportadores puedan comercializar sus productos en el extranjero a una tasa más competitiva, aunque el gremio de industriales Conindustria asegura que la paridad de tasas para bienes manufacturados y materias primas estimulará aún más las importaciones.
Además, analistas económicos calculan que el ajuste cambiario podría impulsar la inflación por encima del 26,9% registrado en 2010, la tasa más alta de América Latina, y causar escasez de algunos productos si el gobierno no ajusta sus precios.
Ese cuadro crítico coloca al país “próximo a un deslave socioeconómico”, según la patronal Fedecámaras.
Pero el gobierno, que responsabiliza a empresarios de especular con el alza desenfrenada de precios, desestima un gran impacto inflacionario tras la medida y mantiene la meta de cerrar 2011 con un incremento de precios entre 23% y 25%.
Esta semana, el presidente Hugo Chávez decidió finalmente no subir el IVA y negó la creación de un impuesto bancario, medidas que había anunciado en diciembre para obtener recursos adicionales y destinarlos a atender la emergencia provocada por las intensas lluvias.
“Se trata de una rectificación”, admitió Chávez, confiado en que la recuperación del precio internacional del petróleo por encima de 80 dólares y el “dinamismo creciente” de la economía aportarán suficientes recursos para este país, que prácticamente solo exporta hidrocarburos a través del Estado.
Sin embargo, sin nuevos impuestos, el gobierno deberá recurrir a emisiones de bonos para reunir recursos externos entre 9.000 y 20.000 millones de dólares que necesitará para cubrir el déficit fiscal, concuerdan analistas.
Por Ramón Sahmkow
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