El secretario de Defensa de EE.UU., Robert Gates, se comprometió hoy a acelerar el entrenamiento a militares para que el fin de la ley contra los homosexuales en el Ejército sea efectivo en la práctica antes de que termine el 2011.
"No sabemos cuánto nos costará formar a todas las Fuerzas (Armadas), pero confío en que podemos hacerlo este año, y estamos intentando que sea lo antes posible", dijo hoy Gates a los periodistas que le acompañaban a bordo de su avión en un viaje a Ottawa (Canadá), informó el diario Washington Post.
La ley "Don"t Ask, Don"t Tell" (DADT, "No preguntes, no lo digas"), promulgada en 1993 por el entonces presidente Bill Clinton, impedía a aquellos que declararan abiertamente su homosexualidad servir en las Fuerzas Armadas y motivó la expulsión de unos 13.500 militares.
El 22 de diciembre pasado, el presidente Barack Obama firmó la abolición de la ley, después de que el Senado votara contra su continuación.
En la práctica, sin embargo, el proceso de implementación de los cambios se prevé largo, puesto que el nuevo proyecto de ley requiere que el Pentágono garantice al Congreso que la revocación de la prohibición no perjudicará a las Fuerzas Armadas.
Una vez cumplida la revisión, deberán transcurrir aún 60 días desde que Obama y sus principales asesores militares den luz verde a los legisladores hasta que los cambios puedan entrar en vigor.
En su discurso sobre el Estado de la Unión el martes, Obama se dirigió a quienes temen que ese proceso pueda hacerse eterno, con la promesa de que "a partir de este año, no se prohibirá a ningún estadounidense el derecho de servir al país que aman basándose en la persona que aman".
"Creo que podemos hacerlo", afirmó hoy Gates cuando los periodistas le preguntaron si esa promesa podría cumplirse este año.
El proceso constará de varias etapas, entre ellas la de diseñar el nuevo material de formación e introducirlo en las tropas, especialmente las que se encuentran en zonas de conflicto, para asegurarse de que no hay problemas de integración una vez que la ley pierda su efecto, explicó Gates.
Algunos grupos de defensa de los derechos de los homosexuales, como Log Cabin Republicans, que presentó una demanda contra la ley ante un tribunal federal, han criticado al Pentágono por su extrema cautela con el asunto y por no establecer una fecha clara en la que terminará la aplicación de la medida.
-EFE-
"No sabemos cuánto nos costará formar a todas las Fuerzas (Armadas), pero confío en que podemos hacerlo este año, y estamos intentando que sea lo antes posible", dijo hoy Gates a los periodistas que le acompañaban a bordo de su avión en un viaje a Ottawa (Canadá), informó el diario Washington Post.
La ley "Don"t Ask, Don"t Tell" (DADT, "No preguntes, no lo digas"), promulgada en 1993 por el entonces presidente Bill Clinton, impedía a aquellos que declararan abiertamente su homosexualidad servir en las Fuerzas Armadas y motivó la expulsión de unos 13.500 militares.
El 22 de diciembre pasado, el presidente Barack Obama firmó la abolición de la ley, después de que el Senado votara contra su continuación.
En la práctica, sin embargo, el proceso de implementación de los cambios se prevé largo, puesto que el nuevo proyecto de ley requiere que el Pentágono garantice al Congreso que la revocación de la prohibición no perjudicará a las Fuerzas Armadas.
Una vez cumplida la revisión, deberán transcurrir aún 60 días desde que Obama y sus principales asesores militares den luz verde a los legisladores hasta que los cambios puedan entrar en vigor.
En su discurso sobre el Estado de la Unión el martes, Obama se dirigió a quienes temen que ese proceso pueda hacerse eterno, con la promesa de que "a partir de este año, no se prohibirá a ningún estadounidense el derecho de servir al país que aman basándose en la persona que aman".
"Creo que podemos hacerlo", afirmó hoy Gates cuando los periodistas le preguntaron si esa promesa podría cumplirse este año.
El proceso constará de varias etapas, entre ellas la de diseñar el nuevo material de formación e introducirlo en las tropas, especialmente las que se encuentran en zonas de conflicto, para asegurarse de que no hay problemas de integración una vez que la ley pierda su efecto, explicó Gates.
Algunos grupos de defensa de los derechos de los homosexuales, como Log Cabin Republicans, que presentó una demanda contra la ley ante un tribunal federal, han criticado al Pentágono por su extrema cautela con el asunto y por no establecer una fecha clara en la que terminará la aplicación de la medida.
-EFE-
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