La jefa del Estado viajó anoche a la ciudad patagónica, capital de la provincia de Santa Cruz, unos 2.600 kilómetros al sur de Buenos Aires, donde hoy hace un paréntesis en su actividad oficial para recordar a su esposo en un acto familiar, informaron fuentes oficiales.
Fernández, que desde que falleció Kirchner el pasado 27 de octubre, a los 60 años, mantiene rigurosamente el luto en su vestimenta, estará en todo momento arropada por sus dos hijos, Máximo, de 33 años, y Florencia, de 20.
Los restos de Kirchner, quien hasta su muerte ejercía como secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y jefe del gobernante Partido Justicialista (PJ, peronista), descansan en el cementerio de Río Gallegos, ciudad en la que nació y en la que gestó su carrera política.
A mediados de diciembre, la presidenta participó en un emotivo acto de homenaje en el que la principal avenida de la ciudad fue bautizada con el nombre del ex jefe de Estado, despedido en un multitudinario velatorio en la sede del Gobierno.
El nombre de Kirchner, que presidió Argentina entre 2003 y 2007, ha quedado impregnado en varias calles y rutas del país, en un barrio, en un gasoducto y hasta en una comisaría, en una carrera a la que se lanzaron numerosos dirigentes para homenajear a quien fuera su líder político.
Fernández retomará su actividad este viernes en la sureña villa turística de El Calafate, donde falleció Kirchner cuando ambos disfrutaban de unos días de descanso en la residencia familiar a la que el matrimonio se trasladaba, casi sin excepción, todos los fines de semana.
La mandataria regresó por primera vez a El Calafate desde la muerte de su esposo el pasado 6 de enero, acallando las voces que especulaban con que no iba a regresar a la residencia en la que se produjo el fatal desenlace.
La mandataria inaugurará un nuevo acueducto para la localidad, que busca resolver los problemas de abastecimiento de agua en la temporada turística.
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