Japón se proclamó campeón de la Copa de Asia 2011 al derrotar a Australia (1-0) y entró en la historia de la competición al ser el primer país que consigue cuatro coronas continentales.
Tanadari Lee, delantero del Japan Sanfrecce Hiroshima, se convirtió en el héroe de los "samuráis azules" al marcar en el minuto 110 de la prórroga en un clamoroso error de la zaga australiana tras un partido jugado de poder a poder con alternativas en los dos áreas.
Australia, que aspiraba a coronarse por primera vez en su segunda participación, mejoró respecto a los partidos anteriores y disfrutó de las mejores oportunidades para llevarse la copa, pero hoy se topó con un inconmensurable Kawashima.
El meta del Lierse belga, elegido el mejor jugador de la final, desesperó a la vanguardia de los "socceros" con una serie de espectaculares manos.
La última de ellas, ya en la prórroga, a cabezazo de Robbie Kruse, que entró en los minutos finales para reemplazar a un cansado y desafortunado Harry Kewell, que como el resto de jugadores oceánicos no tuvo su noche.
Japón, por su parte, echó mucho de menos a su incipiente estrella, el enganche del Borussia de Dortmund, Shinji Kagawa, que hoy ni siquiera pudo estar en el campo.
Sus compañeros le ofrecieron la victoria, que vio ya en Alemania, a donde viajó el viernes para tratarse de la lesión en el quinto metatarsiano del pie, que se produjo en el la semifinal contra Corea del Sur y que le hará perderse toda la temporada.
Sin su concurso, los nipones encontraron muchas dificultades para hilar el juego en el centro del campo y penetrar la barrera defensiva diseñada por el alemán Holger Osieck.
Faltos de balones en ventaja, tanto Shinji Okazaki (Shimizu S-Pulse) como Ryoichi Maeda (Jubilo Iwata) sufrieron en la lucha con una defensa bien estructurada y con una mayor potencia física, que apenas le concedió opciones.
Los hijos del sol naciente hallaron, sin embargo, a Keisuke Honda, el centrocampista del CSK de Moscú, elegido el mejor jugador del campeonato.
Alrededor de Honda, los "samuráis azules" sostuvieron hoy los embates de Australia, más fina arriba y mucho más ambiciosa que en jornadas precedentes.
Tim Cahill fue una pesadilla toda la noche y dispuso de la mejor ocasión del partido para haber dado a los "socceros" su primer título.
Avanzada la segunda mitad, un balón colgado al área se envenenó en la trayectoria, superó la estirada de Kawashima y golpeó en el palo sin que el delantero del Everton inglés acertara a pescar el rechace.
En este pulso, ambas selecciones apostaron todas su cartas en una prorroga carga de emoción y grandes oportunidades.
A los cinco minutos del tiempo extra, y nada más pisar el cuidado césped del estadio Al-Khalifa de Doha, Cruse pudo dar ventaja a su equipo con un certero cabezazo en suspensión desde el centro del área que Kawashima tocó con la punta de los dedos, lo suficiente para que el balón fuera escupido por el travesaño.
Pero no sería hasta la segunda parte de la prorroga que el único gol del partido subiera al marcador.
Yuto Nagatomo, lateral del Cesena que ha hecho un espléndido torneo, volvió a ganar una vez más a su par en la banda y templó un balón que su compañero Lee, quien completamente solo en el punto de penalti enganchó una difícil volea que Mark Schwarzer (Fulhan) solo pudo mirar como besaba la red.
Australia, ya muy cansada, no bajó los brazos y a punto estuvo de empatar, sobre todo en un confuso barullo en el interior del área que encogió el corazón de los seguidores nipones.
Con esta victoria, Japón rompe el triunvirato que formaba con Arabia Saudí e Irán y se destaca con cuatro títulos, logrados en 1992, 2000 y 2004.
Australia, eliminada por Japón en cuartos de final en su primera participación en Malasia 2007, tendrá que esperar a 2015 para cobrarse la venganza.
Será entonces en territorio propicio, ya que los "socceros" serán los encargados de organizar la próxima edición.
En tercer lugar quedó Corea del Sur, uno de los equipos que mejor fútbol han jugado, pero que tampoco pudieron en semifinales con Japón y cayeron víctimas de sus errores en la tanda de penaltis.
Tanadari Lee, delantero del Japan Sanfrecce Hiroshima, se convirtió en el héroe de los "samuráis azules" al marcar en el minuto 110 de la prórroga en un clamoroso error de la zaga australiana tras un partido jugado de poder a poder con alternativas en los dos áreas.
Australia, que aspiraba a coronarse por primera vez en su segunda participación, mejoró respecto a los partidos anteriores y disfrutó de las mejores oportunidades para llevarse la copa, pero hoy se topó con un inconmensurable Kawashima.
El meta del Lierse belga, elegido el mejor jugador de la final, desesperó a la vanguardia de los "socceros" con una serie de espectaculares manos.
La última de ellas, ya en la prórroga, a cabezazo de Robbie Kruse, que entró en los minutos finales para reemplazar a un cansado y desafortunado Harry Kewell, que como el resto de jugadores oceánicos no tuvo su noche.
Japón, por su parte, echó mucho de menos a su incipiente estrella, el enganche del Borussia de Dortmund, Shinji Kagawa, que hoy ni siquiera pudo estar en el campo.
Sus compañeros le ofrecieron la victoria, que vio ya en Alemania, a donde viajó el viernes para tratarse de la lesión en el quinto metatarsiano del pie, que se produjo en el la semifinal contra Corea del Sur y que le hará perderse toda la temporada.
Sin su concurso, los nipones encontraron muchas dificultades para hilar el juego en el centro del campo y penetrar la barrera defensiva diseñada por el alemán Holger Osieck.
Faltos de balones en ventaja, tanto Shinji Okazaki (Shimizu S-Pulse) como Ryoichi Maeda (Jubilo Iwata) sufrieron en la lucha con una defensa bien estructurada y con una mayor potencia física, que apenas le concedió opciones.
Los hijos del sol naciente hallaron, sin embargo, a Keisuke Honda, el centrocampista del CSK de Moscú, elegido el mejor jugador del campeonato.
Alrededor de Honda, los "samuráis azules" sostuvieron hoy los embates de Australia, más fina arriba y mucho más ambiciosa que en jornadas precedentes.
Tim Cahill fue una pesadilla toda la noche y dispuso de la mejor ocasión del partido para haber dado a los "socceros" su primer título.
Avanzada la segunda mitad, un balón colgado al área se envenenó en la trayectoria, superó la estirada de Kawashima y golpeó en el palo sin que el delantero del Everton inglés acertara a pescar el rechace.
En este pulso, ambas selecciones apostaron todas su cartas en una prorroga carga de emoción y grandes oportunidades.
A los cinco minutos del tiempo extra, y nada más pisar el cuidado césped del estadio Al-Khalifa de Doha, Cruse pudo dar ventaja a su equipo con un certero cabezazo en suspensión desde el centro del área que Kawashima tocó con la punta de los dedos, lo suficiente para que el balón fuera escupido por el travesaño.
Pero no sería hasta la segunda parte de la prorroga que el único gol del partido subiera al marcador.
Yuto Nagatomo, lateral del Cesena que ha hecho un espléndido torneo, volvió a ganar una vez más a su par en la banda y templó un balón que su compañero Lee, quien completamente solo en el punto de penalti enganchó una difícil volea que Mark Schwarzer (Fulhan) solo pudo mirar como besaba la red.
Australia, ya muy cansada, no bajó los brazos y a punto estuvo de empatar, sobre todo en un confuso barullo en el interior del área que encogió el corazón de los seguidores nipones.
Con esta victoria, Japón rompe el triunvirato que formaba con Arabia Saudí e Irán y se destaca con cuatro títulos, logrados en 1992, 2000 y 2004.
Australia, eliminada por Japón en cuartos de final en su primera participación en Malasia 2007, tendrá que esperar a 2015 para cobrarse la venganza.
Será entonces en territorio propicio, ya que los "socceros" serán los encargados de organizar la próxima edición.
En tercer lugar quedó Corea del Sur, uno de los equipos que mejor fútbol han jugado, pero que tampoco pudieron en semifinales con Japón y cayeron víctimas de sus errores en la tanda de penaltis.
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EFE
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