El presidente chino Hu Jintao se reúne este jueves con los líderes del Congreso de Estados Unidos, país al que realiza una histórica visita de Estado, donde se anticipa un duro recibimiento.
El Congreso es a menudo centro de frecuentes críticas contra el desempeño chino en materia de derechos humanos, de política económica y de sus posturas en los diferendos nucleares con Irán y Corea del Norte.
Un desempleo históricamente alto en Estados Unidos y la impopular guerra en Afganistán junto con el despegue económico y militar de China han alimentado una retórica sobre el declive estadounidense y los resentimientos hacia Pekín entre el público norteamericano.
Hu debe reunirse con el presidente de la Cámara de Representantes y tercero en la línea de sucesión, el republicano John Boehner; y con el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.
Ambos legisladores declinaron la invitación del presidente Barack Obama a la cena de Estado en honor a Hu celebrada en la noche del miércoles.
El líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, también rechazó esa invitación.
Por su parte, Reid calificó de “dictador” a Hu, aunque se retractó poco después, en declaraciones a un canal de TV de su estado natal de Nevada.
“Es un dictador. (Los chinos) pueden hacer muchas cosas con la forma de gobierno que tienen”, dijo el martes Reid al canal de televisión KSNV de Nevada.
“Tal vez no debí haber dicho ‘dictador’, pero tienen una forma de gobierno diferente a la nuestra, y eso es un forma liviana de decirlo”, indicó el senador demócrata.
Al ser consultado sobre los comentarios de Reid, su portavoz Jon Summers dijo que “él mismo dijo que no era el mejor calificativo y se corrigió”.
Reid “también cree que es importante que continuemos nuestro diálogo con el gobierno chino sobre un gran especrto de temas que son claves para ambos países, incluyendo nuestra economía, Irán, Corea del Norte”, agregó Summers.
La líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, vocera de frecuentes críticas contra el desempeño de China en materia de derechos humanos, no rechazó la invitación a la cena, e iba a participar de una reunión bipartidaria con Hu, informó su despacho.
La presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara, la republicana Ileana Ros-Lehtinen, planea entregar a Hu una copia de una carta remitida a Obama en la que le urge no aceptar “garantías superficiales” del mandatario chino sobre “seguridad, derechos humanos y asuntos económicos”.
“Necesitamos un liderazgo que inspire al pueblo estadounidense a enfrentar los desafíos globales de una China en rápido ascenso. Estados Unidos cuenta con nosotros”, dice Ros-Lehtinen, cuya familia huyó de la Cuba comunista, en la misiva divulgada por su despacho.
Y 84 legisladores tanto republicanos como demócratas escribieron a Obama una carta en la que le piden que deje en claro que, con un desempleo históricamente elevado, “la paciencia de Estados Unidos se acaba” ante una presunta competencia comercial china desleal.
“Ya no nos podemos permitir el lujo de tolerar el desprecio de China” hacia la reglas comerciales internacionales, señala el grupo, liderado por los representantes republicano Thaddeus McCotter y demócrata Mike Michaud.
Otros legisladores han advertido de su intención de promover una legislación para hacer frente a lo que consideran una estrategia de Pekín para mantener baja la cotización de su moneda y mantener así sus exportaciones baratas.
A su vez, algunos legisladores han denunciado a China por su política de derechos humanos y citado el encarcelamiento del Premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo.
La representante republicana Dana Rohrabacher condenó a Obama por recibir a Hu “como si aquí tuviera la misma estatura y aceptación que un líder democrático”, y señaló que Estados Unidos debería construir puentes directamente con el pueblo chino.
“Ellos (la población china) son nuestros aliados. ¿Qué les estamos haciendo cuando damos la bienvenida a su opresor, a su asesino, al que asesina a sus hijos, aquí en Estados Unidos con tanto respeto?”.AFP
El Congreso es a menudo centro de frecuentes críticas contra el desempeño chino en materia de derechos humanos, de política económica y de sus posturas en los diferendos nucleares con Irán y Corea del Norte.
Un desempleo históricamente alto en Estados Unidos y la impopular guerra en Afganistán junto con el despegue económico y militar de China han alimentado una retórica sobre el declive estadounidense y los resentimientos hacia Pekín entre el público norteamericano.
Hu debe reunirse con el presidente de la Cámara de Representantes y tercero en la línea de sucesión, el republicano John Boehner; y con el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid.
Ambos legisladores declinaron la invitación del presidente Barack Obama a la cena de Estado en honor a Hu celebrada en la noche del miércoles.
El líder de la minoría republicana del Senado, Mitch McConnell, también rechazó esa invitación.
Por su parte, Reid calificó de “dictador” a Hu, aunque se retractó poco después, en declaraciones a un canal de TV de su estado natal de Nevada.
“Es un dictador. (Los chinos) pueden hacer muchas cosas con la forma de gobierno que tienen”, dijo el martes Reid al canal de televisión KSNV de Nevada.
“Tal vez no debí haber dicho ‘dictador’, pero tienen una forma de gobierno diferente a la nuestra, y eso es un forma liviana de decirlo”, indicó el senador demócrata.
Al ser consultado sobre los comentarios de Reid, su portavoz Jon Summers dijo que “él mismo dijo que no era el mejor calificativo y se corrigió”.
Reid “también cree que es importante que continuemos nuestro diálogo con el gobierno chino sobre un gran especrto de temas que son claves para ambos países, incluyendo nuestra economía, Irán, Corea del Norte”, agregó Summers.
La líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, vocera de frecuentes críticas contra el desempeño de China en materia de derechos humanos, no rechazó la invitación a la cena, e iba a participar de una reunión bipartidaria con Hu, informó su despacho.
La presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara, la republicana Ileana Ros-Lehtinen, planea entregar a Hu una copia de una carta remitida a Obama en la que le urge no aceptar “garantías superficiales” del mandatario chino sobre “seguridad, derechos humanos y asuntos económicos”.
“Necesitamos un liderazgo que inspire al pueblo estadounidense a enfrentar los desafíos globales de una China en rápido ascenso. Estados Unidos cuenta con nosotros”, dice Ros-Lehtinen, cuya familia huyó de la Cuba comunista, en la misiva divulgada por su despacho.
Y 84 legisladores tanto republicanos como demócratas escribieron a Obama una carta en la que le piden que deje en claro que, con un desempleo históricamente elevado, “la paciencia de Estados Unidos se acaba” ante una presunta competencia comercial china desleal.
“Ya no nos podemos permitir el lujo de tolerar el desprecio de China” hacia la reglas comerciales internacionales, señala el grupo, liderado por los representantes republicano Thaddeus McCotter y demócrata Mike Michaud.
Otros legisladores han advertido de su intención de promover una legislación para hacer frente a lo que consideran una estrategia de Pekín para mantener baja la cotización de su moneda y mantener así sus exportaciones baratas.
A su vez, algunos legisladores han denunciado a China por su política de derechos humanos y citado el encarcelamiento del Premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo.
La representante republicana Dana Rohrabacher condenó a Obama por recibir a Hu “como si aquí tuviera la misma estatura y aceptación que un líder democrático”, y señaló que Estados Unidos debería construir puentes directamente con el pueblo chino.
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