Cinco indígenas colombianos, entre ellos tres menores de edad, fueron asesinados en confusos hechos mientras departían en unas festividades de su población, al sur del país, en la frontera con Ecuador, informó el martes el vicepresidente Angelino Garzón, al repudiar el hecho.
"El homicidio colectivo de cinco personas en (el municipio de) Túquerres, departamento (provincia) de Nariño, entre las que se cuentan tres menores de edad, es una infamia y a los responsables les debe caer todo el peso de la ley", aseguró Garzón en un comunicado.
El vicepresidente indicó que el hecho ocurrió el lunes pasado cuando "según testigos, se presentó una discusión mientras las víctimas compartían en una fiesta tradicional indígena".
En el hecho también resultaron heridos otros diez habitantes de la comunidad indígena, según Garzón.
"En Colombia urge implementar la cultura del diálogo social y así evitar acudir a la violencia para solucionar los problemas", concluyó el funcionario tras recordar que en 2010 el 37% de las muertes ocurridas en Colombia "fue por intolerancia".
Pese a que este hecho violento ocurrió en un episodio entre los mismos indígenas, la violencia contra estas comunidades colombianas se agravó en 2010, año en el que fueron asesinados 122 aborígenes, otros 10 desaparecieron y 1.146 fueron forzados a desplazarse, según la Organización Nacional Indígena
"El homicidio colectivo de cinco personas en (el municipio de) Túquerres, departamento (provincia) de Nariño, entre las que se cuentan tres menores de edad, es una infamia y a los responsables les debe caer todo el peso de la ley", aseguró Garzón en un comunicado.
El vicepresidente indicó que el hecho ocurrió el lunes pasado cuando "según testigos, se presentó una discusión mientras las víctimas compartían en una fiesta tradicional indígena".
En el hecho también resultaron heridos otros diez habitantes de la comunidad indígena, según Garzón.
"En Colombia urge implementar la cultura del diálogo social y así evitar acudir a la violencia para solucionar los problemas", concluyó el funcionario tras recordar que en 2010 el 37% de las muertes ocurridas en Colombia "fue por intolerancia".
Pese a que este hecho violento ocurrió en un episodio entre los mismos indígenas, la violencia contra estas comunidades colombianas se agravó en 2010, año en el que fueron asesinados 122 aborígenes, otros 10 desaparecieron y 1.146 fueron forzados a desplazarse, según la Organización Nacional Indígena
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