El hecho ocurrió en la ciudad de Brisbane, Australia. Algún pirata cibernético que no veía con buenos ojos a este muchacho, invitó a una enorme cantidad de personas a su casa ingresando de manera ilegal en su cuenta de Facebook.
Cuando la familia se percató del hecho ya era demasiado tarde. Una gran masa de gente se encontraba en la puerta de la casa, aumentando su número conforme iban llegando más individuos.
Según información del portal de noticias El Argentino.com, el padre del muchacho canceló la fiesta vía Facebook anunciando que la cuenta de su hijo había sido administrada por otra persona; sin embargo, dicha acción no dio resultado.
Dado que la medida no fue suficiente para aplacar los ánimos fiesteros, la familia volvió a proceder digitalmente contactando a la policía vía Twitter.
Para suerte de los afectados el "tweet" sí funcionó. Al poco rato unos patrulleros hicieron su llegada calmando los ánimos de la muchedumbre y dispersándola, para dar fin a este intento de jolgorio.
Cuando la familia se percató del hecho ya era demasiado tarde. Una gran masa de gente se encontraba en la puerta de la casa, aumentando su número conforme iban llegando más individuos.
Según información del portal de noticias El Argentino.com, el padre del muchacho canceló la fiesta vía Facebook anunciando que la cuenta de su hijo había sido administrada por otra persona; sin embargo, dicha acción no dio resultado.
Dado que la medida no fue suficiente para aplacar los ánimos fiesteros, la familia volvió a proceder digitalmente contactando a la policía vía Twitter.
Para suerte de los afectados el "tweet" sí funcionó. Al poco rato unos patrulleros hicieron su llegada calmando los ánimos de la muchedumbre y dispersándola, para dar fin a este intento de jolgorio.
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