El presidente Barack Obama condenó este sábado la quema del Corán por un pastor estadounidense, luego de que violentas protestas contra lo que llamó un acto de “extrema intolerancia y fanatismo” dejaran 17 muertos en Afganistán.
Diez personas murieron a consecuencia de las protestas que comenzaron en el centro de la sureña ciudad de Kandahar, y que se extendieron al chocar la policía con manifestantes el sábado, un día después de que siete funcionarios de la ONU fueron asesinados en el ciudad de Mazar i Sharif, en el norte.
“La profanación de cualquier libro sagrado, incluyendo el Corán, es un acto de extrema intolerancia y fanatismo”, dijo Obama en un comunicado en homenaje a las víctimas de los ataques.
“Sin embargo, atacar y matar a gente inocente como respuesta es atroz, y una afrenta a la decencia y la dignidad humanas. Ninguna religión tolera la matanza y la decapitación de personas inocentes, y no hay justificación para semejante acto deshonroso y deplorable”, agregó.
AFP
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