Las empresas estatales de Brasil tienen una mayor tasa de desarrollo de productos y procesos innovadores que las privadas, según un estudio divulgado hoy por el oficial Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas.
El estudio, realizado con datos de 2008, señala que la tasa de innovación entre las empresas controladas por el Gobierno federal de Brasil es del 68,1 por ciento, lo que significa que 49 de las 72 compañías estatales desarrollaron productos o procesos innovadores.
Entre las empresas industriales y de servicios en general de Brasil la tasa de innovación en el mismo año fue de apenas el 38,6 por ciento, según el Instituto.
El Estudio de Innovación en las Empresas Estatales Federales de 2008 indica igualmente que las compañías controladas por el Estado realizaron ese año inversiones por 5.600 millones de reales (unos 3.544 millones de dólares) en el desarrollo de innovaciones, lo que equivale al 1,7 por ciento de sus ingresos.
El 73,1 por ciento de las empresas privadas considera como la mayor dificultad para innovar en Brasil los elevados costos de inversión, y un 65,6 por ciento cita los riesgos económicos excesivos.
Entre las estatales apenas un 35,7 por ciento se queja de los altos costos y solo un 17,9 por ciento de los riesgos elevados.
Esa diferencia obedece a que el 24,5 por ciento de las estatales que innovó dijo haber recibido incentivos del Gobierno para sus proyectos de desarrollo, porcentaje que cae al 22,3 por ciento entre las privadas.
Mientras que el 57,1 por ciento de las estatales cita la falta de personal calificado como dificultad para innovar, esa dificultad es mencionada por el 58,5 por ciento de las privadas.
El principal método de protección de las estatales para garantizar sus derechos sobre una innovación fue la creación de marcas (29,2 por ciento), seguido por el registro de patentes (8,8 por ciento), la conservación del secreto industrial (8,5 por ciento) y el registro de derechos de autor (2,8 por ciento).
Entre los privados, un 25,0 por ciento registró marcas, un 20,4 por ciento patentes, un 14,3 por ciento derecho de autor y un 12,2 por ciento mantuvo su innovación bajo secreto industrial.
El estudio mostró igualmente que mientras que el 71,4 por ciento de las estatales firmaron acuerdos de cooperación con centros de investigación o universidades para desarrollar sus innovaciones, esa tasa apenas fue del 10,4 por ciento entre las privadas.
Sobre los impactos de la innovación, el 83,7 por ciento de las estatales dijo haber mejorado la calidad de sus productos, un 83,7 por ciento manifestó haber aumentado la flexibilidad de la producción, y un 75,5 por ciento aseguró haber aumentado su capacidad productiva.
Para las empresas privadas, en cambio, la innovación sirvió más para mantener su participación en el mercado (76,4 por ciento) o para aumentarla (68,5 por ciento). DPA
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