Hacer cumplir la resolución 1973 de la ONU y proceder al embargo de armas con el fin de proteger a la población civil en Libia, parece la única forma del uso de la fuerza que seguirá patente en el país azotado por un conflicto que ha causado muchos muertos hasta el momento.
La Organización del Atlántico Norte (OTAN) indicó que no se tiene pensado ninguna solución militar que exceda los objetivos lanzados desde un principio y que la única solución que se puede dar en el escenario es “política”.
Por ello, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen pidió a la ONU que camine en ese rumbo con el fin de darle a la población libia la paz que tanto anhela desde que Gadafi decidió permanecer en el poder a costa de todo.
"Nos atendremos estrictamente a esa resolución (1973), que es nuestro mandato ", asegura Rasmussen.
Consultado sobre qué hacer si el régimen de Gadafi decide permanecer sin hacer caso a los pedidos internacionales dijo que aun así el operativo aliado en Libia debe limitarse a sus objetivos iniciales.
Los rebeldes libios han empezado a quejarse por lo que, según ellos, ven como un debilitamiento de las acciones de la coalición aliada contra las tropas de Gadafi, ya que en no atacan como lo hacían antes y por el contrario, el ejército del régimen está atacando bastiones de los rebeldes.
“Eso no es justo, estamos haciendo tantos bombardeos como lo hacíamos inicialmente”, señaló el secretario de la OTAN.
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